El primer cuarto fue de claro dominio abulense. Tras unos primeros de igualdad e incluso de un ligero dominio verde (10-6 min 4), Óbila empezó a entonarse y con distintos parciales abrió una brecha que al final del primer cuarto era de un tamaño considerable. El ritmo anotador de los visitantes era vertiginoso y tras un 2-14 de parcial se situaron con una ventaja de once puntos tras los diez primeros minutos iniciales (14-25).
El Albacete Basket intentó acercarse lo máximo posible en el segundo cuarto, pero Óbila no bajaba el nivel ni permitía acercamientos de los locales. Mantenía el nivel anotador, sujetaba a Arcos y fluía en ataque. Pese a todo los nuestros no le perdían la cara al partido y seguían con la misma fe y garra de siempre. Covington y Javi Marín se mostraban atinados en el tiro exterior y mantenían al Albacete Basket en el partido. Con todo, el resultado al descanso era de 37-46.
Que la segunda parte iba a ser otra historia se vio desde el principio de la misma. Volvieron los albaceteños de vestuarios con energía renovada, defendían con ímpetu y atacaban con cabeza. Poco a poco iban acortando la desventaja en el electrónico y empujados por una afición de lujo se metieron de lleno en el partido. A mitad del cuarto, tras pelearlo todo, se colocaron a cuatro puntos (52-56 min 25). Óbila volvió a tomar impulso pero no había marcha atrás: Albacete Basket iba a pelear este partido. Tras el final del cuarto el resultado era de 61-68 y todo quedaba por decidir en un emocionante último cuarto.
6-2 de parcial en los primeros dos minutos y a solo tres puntos (67-70 min 32) Marín y Covington seguían anotando. Otero, Tunde y Elías se bregaban contra el potente juego interior abulense y la hinchada se dejaba la garganta. Con esos ingredientes se cocinó la igualada, pero los visitantes no lo iban a poner fácil y se revolvieron. Un 3-7 de parcial daba una ventaja que para un equipo normal sería irremontable (70-77 min 37) pero Albacete Basket no es un equipo más y jamás baja los brazos. Llevado en volandas por una afición que consiguió crear un micro clima en la fría noche manchega, los verdes endosaron un 7-0 de parcial, empataron el encuentro y lo llevaron a la prórroga. La suerte estaba echada.
La prórroga tuvo dos fases, una de dominio verde, en la que llegó a ponerse cinco arriba (86-81 min 33) y otra en la que mandó Óbila, que endosó un parcial de 8-0 para remontar el partido y llevarse la vitoria a Ávila. El resultado final fue 86 – 89 y los albaceteños tendrán la oportunidad de resarcirse la próxima semana en la cancha de Basket Navarra.