Un total de 4 personas fallecieron por ahogamiento en espacios acuáticos de Castilla-La Mancha a lo largo de 2017, según cifras del Informe Nacional de Ahogamientos que elabora la Real Federación Española de Salvamento y Socorrismo (RFESS). Esta cifra que representa el 0,8% del total de España, coloca a la región en el décimoquinto lugar entre las comunidades autónomas con más fallecimientos por esta causa. El mismo informe de la RFESS detallaba en 2016 que murieron ahogadas en el agua 8 personas en Castilla-La Mancha.

Dentro de esas cifras, 2017 se cierra en la provincia de Albacete con un solo caso registrado de muerte por ahogamiento del que insisten desde la RFESS “se desconocen las causas de la misma. Se investiga si el cuerpo que apareció flotando en el río es por ahogamiento”. Cabe destacar que este hecho ya lo publicaba en su momento El Digital de Albacete el 20 de septiembre, relatando que aparecía: “Un cadáver flotando en el río Júcar a su paso por la pedanía de Maldonado, dentro del término municipal de la localidad albaceteña de Jorquera”, además según confirmaban fuentes de la investigación el cuerpo “pertenecería a un varón de mediana edad”.
Cabe destacar también que el 19 de agosto, efectivos de bomberos buscaban a un joven de unos 11 años que se había extraviado mientras bajaba el río Cabriel (Valencia) en colchoneta con sus amigos en la zona de la bajada del río, a la altura de Venta del Moro (Valencia), colindante con los términos de Villamalea, Casas Ibáñez y Villatoya, en Albacete. Trágicamente un equipo del Grupo Especial de Actividades Subacuáticas de la Guardia Civil de Valencia (GEAS) encontraba, el 23 de agosto, el cadáver del niño junto a un cañar, a unos 500 metros de distancia del Puesto de Mando Avanzado (PMA). Un incidente que pese a estar cerca de los límites de la provincia de Albacete ha quedado registrado en las cifras de muertes por ahogamientos de la Comunidad Valenciana.
El 12 de julio de 2016 un hombre de 53 años moría ahogado en el río Cabriel en el municipio de Villatoya según detalla el mismo informe. Una cifra que aunque negativa cabe resaltar que el mismo informe especificaba que en 2015 el número de muertes por ahogamientos fue de una más. Dos hombres de 69 y 65 años perdieron la vida en 2015, el primero en agosto en una piscina privada en la Urbanización Los Prados y el segundo en septiembre cayendo en un pozo privado en la finca Pozomajano.
España
Los datos nacionales cierran el 2017 con una subida algo superior al 10% en las muertes producidas en espacios acuáticos, al alcanzar las 481 personas fallecidas frente a las 437 que se dieron en 2016; además pone de manifiesto que se produjeron otras 106 muertes en espacios acuáticos por otras causas o por motivos desconocidos, según detalla la RFESS.
Incluso señala la RFESS que a lo largo del año pasado se ha registrado el rescate en el medio acuático de, al menos, 2.487 personas, de las que 1.059 fueron trasladadas a un centro sanitario, mientras que del resto o no se tienen datos o no fue necesaria su evacuación.
Especifican así desde la RFESS que los datos de fallecimientos por ahogamiento en espacios acuáticos de España se centran en el perfil de un hombre (80%), de nacionalidad española (73%), mayor de 35 años (71,9%), que fallece en un suceso ocurrido en una playa (52%) o en un medio acuático que en cualquier caso carece de vigilancia y de servicio de socorrismo (90%) y entre las 10.00 y las 20.00 horas (71,5%).
El pasado año, los meses de julio, con 95 muertes, agosto, con 71, y junio, con 70, fueron los que más ahogamientos mortales registraron, mientras que febrero y noviembre, con 17 cada uno, los que menos.
Canarias es el territorio que más fallecimientos ha tenido, al igual que en 2016, aunque con un importante incremento, hasta alcanzar los 93 en 2017 frente a los 71 del año anterior. Este dato supone que en el archipiélago canario se produjeron el 19,3% del total de las muertes por ahogamiento en espacios acuáticos españoles.
Estos datos no recogen los fallecimientos por ahogamiento que se producen en los intentos de llegada a España por parte de personas migrantes y refugiadas. La Real Federación Española de Salvamento y Socorrismo se ha adherido a la Declaración de Vancouver sobre la reducción del riesgo de ahogamiento de inmigrantes y refugiados que reclama medidas a las naciones y comunidades.
La Organización Internacional para las Migraciones, el organismo de Naciones Unidas para la migración, calcula que a lo largo de 2017 3.116 personas murieron ahogadas en el Mediterráneo cuando intentaban llegar a Europa.