La “rápida intervención” de un agenta de la Policía Nacional ha resultado “crucial” para salvar la vida de un preso del centro penitenciario de Herrera de La Mancha, en Ciudad Real, que había sufrido una parada cardiorrespiratoria tras haber sido trasladado a los calabozos de los juzgados para asistir a un juicio como uno de los penados.
El detenido, que había afirmado sentirse un poco mareado y ausente al bajarse del autobús para su ingreso en los calabozos, se encontraba en estado semiinsconciente ya que no respondía a las preguntas del agente, que decidió intervenir prácticandole una reanimiación cardiopulmonar tras hacerle una valoración pulso-respiración y observar que era prácticamente nula, según ha informado la Delegación del Gobierno de Castilla-La Mancha en una nota de prensa.
Asimismo, el agente solicitó a la mayor brevedad posible la presencia de una UVI móvil, que ordenó el traslado al servicio de Urgencias del Hospital General de Ciudad Real, para su observación. En este sentido, los sanitarios han afirmado que la labor del agentes ha sido “crucial para la recuperación de las constantes vitales y mantenerlo con vida”.
El agente, tras percatarse de la situación inicial al ingreso, ha estado pendiente de esta persona, realizando pasadas periódicas a los calabozos para saber su estado y si necesitaba algún tipo de asistencia, manifestando el interno que estaba cansado y no quería nada, solo dormir.
Una hora más tarde, no fiándose de lo manifestado por el interno, fue a revisar de nuevo el estado de éste, viendo como se encontraba en el banco, reclinado hacia atrás, con la tez pálida y sin responder a las llamadas del agente, indicándole su compañero de celda que llevaba así un rato.
A la llegada de los servicios sanitarios, el policía, les ha informado del tiempo que llevaba inconsciente y de las maniobras de reanimación efectuadas, momento en el que, éstos, se han hecho cargo de la situación.
