/Hugo Piña/
Muchas cosas han cambiado desde la llegada de Enrique Martín y sus hombres de confianza a Albacete, momento en que el club decidiese renovar el banquillo de un equipo que se encontraba penúltimo clasificado en la Liga 1|2|3. Y es que fue en ese momento cuando la dirección deportiva del Alba decidió darle al navarro Martín Monreal el mando de un equipo que dabas unas sensaciones contradictorias, también en el apartado físico. Por eso, la llegada de ‘la bruja de Campanas’ a la ciudad, estuvo acompañada, además de por Alfredo Sánchez como segundo entrenador, de un Javier Ramos que en apenas unas semanas parece haber dotado al equipo de unas sensaciones totalmente opuestas a las vividas con anterioridad y como preparador físico.
Ramos López ha venido aplicando en Osasuna diversos tipos de conocimientos de preparación física, metodología y análisis de partidos. Dispone éste de la Licenciatura en Ciencias de la actividad física y del deporte por la Universidad de León, ejerciendo además en la Universidad Camilo José Cela en el año 2010. Pero fue en Osasuna donde comenzó a disponer de algunos métodos de preparación física que hoy en día ha comenzado a perfilar en el Albacete Balompié. Y es que como todo el mundo puede ver, a día de hoy el equipo ha ofrecido un salto cualitativo en un apartado, el físico, que es notablemente superior. Superior al del propio Albacete de hace unas semanas y superior, como comienza a atisbarse en los partidos, a los de los rivales.
Éste Albacete, además de ganar en confianza, ha ganado en un apartado físico que a día de hoy le hace afrontar cada partido con la seguridad de que no llegará a los últimos compases del partido cansado. Además, la inercia de los equipos de Segunda, y tal y como se vio ante Cultural Leonesa o SD Huesca, es la de comenzar los partidos con una gran intensidad pero la de concluirlos de una forma totalmente opuesta a la de los manchegos. El Alba acaba ahora los partidos en el área rival y eso, más allá de la efectividad que pueda disponer el jugador en cuestión a la hora de estar acertado, nos da una lectura más que positiva de esta nueva versión del Albacete Balompié.
Y precisamente una de las cuestiones a subrayar de este nuevo Alba y del ‘método Ramos’, es la calibración de todos y cada uno de los detalles de los jugadores que conforman la plantilla manchega. Ahora, Javier Ramos controla al milímetro todos los aspectos posibles de sus jugadores, resaltando que incluso la fatiga física se mide con el preparador navarro. Tras cada sesión de entrenamiento, ‘Javi’ se dirige a todos y cada uno de los jugadores que han culminado la sesión de trabajo, pidiéndoles que le indique cual es su grado, de una ponderación del uno al cinco, de fatiga. Con ello se controla el cansancio de unos jugadores que diariamente son clasificados por un Ramos López que busca todo tipo de variables físicas con las que a posteriori manejar junto a Enrique Martín y Alfredo Sánchez en el despacho de la ciudad deportiva.
