/Sandra Manzanares/
La historia de María Carrilero consiguió despertar la solidaridad de los albaceteños, que se “levantaron” para colapsar durante días el Hospital de nuestra ciudad con un único objetivo: encontrar una médula compatible para María, diagnosticada en marzo de leucemia mieloide aguda. La joven de 25 años necesitaba un trasplante urgente de médula ósea, compatibilidad que parecía no existir en el registro de donantes.
Después de ocho meses de lucha y de finalmente recibir un cordón umbilical que llegaba desde Italia, María y su sonrisa han reaparecido en las redes sociales, concretamente, en la plataforma ‘Yo me pido vida’, donde meses atrás su hermana Rocío realizaba un llamamiento masivo pidiendo ayuda para María.
En esta ocasión, el contenido del vídeo ha sido muy distinto. En él, podemos ver a la joven sonriente y agradeciendo a los albaceteños todo su apoyo. Respaldo que sentía cuando veía “tanta gente peleando por mí”, reconoce, y es que, ellos “han hecho que en esta lucha yo sintiese el empujón para seguir cada día”, decía. De esta manera, María anuncia un nuevo proyecto: un calendario para 2018, que saldrá a la venta en diciembre y cuyos beneficios irán destinados a la investigación de enfermedades oncohematológicas.
‘Héroes y Salvavidas’ es el nombre de esta iniciativa en la que hay un espacio reservado para los albaceteños que “se levantaron y pidieron vida, para aquellos que hicieron colas en el hospital para hacerse donantes”, también para los que no pudieron ser donantes, pero contribuyeron “con lo mejor de sí mismos”, manifestaba María, invitando a todos ellos a participar en la fotografía de ‘Yo me pido vida’ para el calendario. Imagen que se tomará este domingo, 5 de noviembre, en la puerta de la Catedral de Albacete y en la que la idea es que predominen los colores rojo y blanco, símbolo del salvavidas, por lo que los participantes de esta iniciativa han de llevar la parte de arriba de su indumentaria con de uno u otro color.
Un calendario que contribuirá a financiar la investigación contra esta enfermedad y permitir así que los científicos continúen con su “magnífico” trabajo en nuestro país, remarcaba María. “Juntos somos más fuertes y los éxitos conseguidos por cada una de las plataformas son éxitos compartidos por todos”, decía, precisamente esa unión es la que ha llevado a algunas de estas campañas de lucha contra la leucemia a materializar el proyecto. Además de ‘Yo me pido vida’, en el calendario participan ‘Médula para Mateo’, la familia de Pablo Ráez, ‘El reto de Pablo’ o ‘Lo llevamos en la sangre’, junto a miembros y voluntarios de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado.
La historia de María
Desde que la hermana de María Carrilero, Rocío, publicara en junio su mensaje viral en ‘Yo me pido vida’, El Digital de Albacete ha seguido de cerca los pasos de esta historia que urgía a la sociedad a “levantarse” y donar médula, ya no solo por María, sino por todos los afectados y por aquellos, que lamentablemente, todavía no lo son, pero lo serán mañana.
La compatibilidad en la donación de médula ósea es una de las puertas principales para de salir de la leucemia, y aunque estadísticamente, la probabilidad de encontrar un donante es de 1 entre 40.000, si no hay opciones, no hay esperanzas; por lo que Rocío reivindicaba que cuanto antes se haga una persona donante, “antes estará en el registro” y, es que, el tiempo no es el mismo para quien espera un trasplante.
A partir de aquel instante, el vídeo de Rocío llegó a los dispositivos móviles de toda la ciudad que respondía sin precedentes, y de la forma más útil que podían hacerlo: levantándose y donando, como ella pedía. Situación que llegó a duplicar el registro de donantes de la provincia de Albacete con cientos de donaciones que desbordaron los servicios y para las que se necesitó la instalación de un segundo punto de extracciones en el Hospital General de Albacete.
Finalmente, el trasplante de María llegaba desde Italia en forma de cordón umbilical, un proceso “muy largo” y del que todavía la joven está recuperándose, nos explica Rocío, añadiendo que “todo va en la línea que debe ir”, progresión por la que se sienten “afortunadas”. Y es que este tipo de enfermedades hacen que la persona afectada atraviese por fases tanto clínicas como emocionales para las que necesitan un apoyo integral, por lo que tanto el cariño como el aluvión de donaciones hacen que la familia Carrilero, como tantas otras que tienen entre sus miembros a algún afectado por esta enfermedad, se sientan con más fuerzas para seguir luchando.
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