/Hugo Piña/
Una de las primeras medidas de Enrique Martín en el Albacete Balompié fue cambiar de banquillo cuando el Albacete Balompié juega en el Carlos Belmonte. José Manuel Aira siempre utilizó el banquillo más próximo a Gol Norte y Enrique Martín ha elegido el orientado a Gol Sur.
Sea casualidad o no, desde que el Albacete Balompié no ocupa el banquillo que antes ocupaba como local, éste solo sabe ganar. Con José Manuel Aira, y en el banquillo más cercano a Gol Norte, el equipo no terminaba de convencer y sobre todo de vencer en casa. Llamativa era la racha de meses sin conocer el triunfo de local de un equipo que tuvo que cesar a su entrenador en la jornada siete en pos de virar un rumbo que parecía (tras la mala dinámica) devolver al equipo al fútbol amateur.
Sin embargo y con la drástica solución del cambio de entrenador todo cambió cuando los manchegos han venido jugando como locales. Y es que ya incluso el que fuera último partido de Aira Lindoso en el Alba y en el Carlos Belmonte, ya se conseguiría la victoria. Fue a la postre la primera tras muchos meses sin hacerlo y sería la primera de la temporada del regreso a Segunda División de la entidad que actualmente dirige Skyline International.
Y esa victoria se ha fortalecido con dos triunfos más en casa ante Lorca primero y Sevilla Atlético después que, casualidad o no, ha tenido entre otros aspectos, una muy directa y visual: el cambio de banquillo. Con Enrique Martín y desde su llegada a la capital el 5 de octubre, el Albacete Balompié ha jugado dos partidos como local en los que ha vencido en ambos. ¿Sería el problema de banquillos entonces y por el que el Alba no conseguía ganar en casa? De momento los números y la casuística indican que sí.
Lo que sí parece claro son los argumentos que han llevado a tomar dicha decisión, pues aspectos tan elementales como el estar cerca del asistente y poder compartir los aspectos del juego son una de esas cuestiones. Otra también podría ser el ver de cerca el calentamiento de los jugadores que se encuentren en la banda, pudiendo divisar los movimientos e incluso tener que llamarlos sin otro banquillo y sus ocupantes de por medio. Subrayar que este hecho, de jugar en el habitual banquillo visitante no es nuevo para el aficionado, ya que se dio en algunas ocasiones en la época contemporánea del Albacete, tal como con Mario Simón en Segunda o con Antonio Gómez en Segunda B.
¿Estaría de verdad el gafe en el banquillo?
