VÍDEO | Funcionarios del Ayuntamiento de Albacete se forman en lenguaje no sexista

/Sandra Manzanares/ Fotos y vídeo: María Esperanza Panduro/

El lenguaje es una herramienta capaz de transformar la sociedad, de dar voz y quitarla, de mostrar y ocultar. Precisamente por ello, y con el objetivo de evitar la “invisibilización” de las mujeres que se pueda producir a través de la comunicación, el personal del Ayuntamiento de Albacete ha tenido la oportunidad de realizar un curso para la mejora del uso no sexista de la comunicación haciendo hincapié en el lenguaje administrativo.

Se trata del curso de ‘Aplicación del principio de Igualdad a través del lenguaje’, con el que se colabora en el cumplimiento e implantación progresiva de las medidas propuestas en el ‘Plan de Igualdad de Oportunidades para empleadas y empleados públicos’, en el que se detalla que la comunicación no sexista e inclusiva es “una obligación institucional”, por lo que se insta a la utilización de lenguaje igualitario en todos los ámbitos de la Administración Municipal, tanto en sus comunicaciones internas como con la ciudadanía de Albacete.

En concreto, este curso es impartido por CCOO Albacete de la mano de la doctora en Filología Hispánica, Susana Guerrero, que profundiza en los fundamentos del lenguaje como vehículo de socialización aportando herramientas teórico-prácticas en la mejora del uso no sexista de la comunicación. El primer paso sería detectar la existencia del lenguaje sexista en los textos, algo que pasaría por la utilización “casi exclusiva” del masculino; sin embargo, Guerrero destaca que, aunque “el masculino genérico es correcto, a veces genera ambigüedad”, por lo que habría que corregirlo en aquellos casos donde las mujeres queden “invisibilizadas  o donde podamos tener dudas de si hablamos de hombres o mujeres”, incidía.

Poniendo el ejemplo del lenguaje administrativo que el Ayuntamiento expone a los ciudadanos, la doctora en Filología apunta que en ciertos terrenos “masculinizados” como pueda ser el deportivo, la Administración Municipal debería especificar en determinadas convocatorias o eventos que se trata de actividades organizadas para ambos sexos, ya que “puede ser que las mujeres se autoexcluyan” de los mismos. Por ello, habría que intentar hacer visibles a través del lenguaje y la imagen los ámbitos a los que las mujeres “no suelen acudir”. En esta línea, Guerrero extrapola este modo de actuación a los terrenos “especialmente feminizados”, con el objetivo de que el hombre sepa que “hay un curso de planchadoras, pero también de planchadores”. En definitiva, se trata de no excluir a ninguna persona por un mal uso del lenguaje.

Un trabajo base

Además, estas jornadas se aproximan a otras formas de comunicación relacionadas con los formatos utilizados en la publicidad institucional y en la privada, ya que la imagen es un tema “importantísimo”, y en concreto, la publicidad, que escoge un estereotipo de personas que “no son seres reales, por lo que hay que criticar estos modelos que promulgan el ideal de la mujer delgada y eternamente joven y empecemos a dar entrada a la diversidad”, destacaba.

Aunque “es imposible asimilar un nuevo modo de hacer las cosas en tres jornadas”, Guerrero ha facilitado a estos 18 trabajadores públicos unas guías de lenguaje con las que poner en práctica los contenidos una vez finalizado el curso, que contribuirán a la formación ya recibida y que suponen unas pautas en las que los empleados puedan apoyarse para usar un lenguaje igualitario, que en ocasiones, “no se sabe utilizar”, por lo que Amparo, una de las trabajadoras municipales, ha decidido participar en este curso con el objetivo de despejar dudas en la redacción de documentos oficiales.

Algo en lo que coincide otro miembro de la plantilla del personal laboral del Consistorio Capitalino, Iván, que recuerda la “obligación” del Ayuntamiento de cumplir con un lenguaje no sexista, añadiendo que los trabajadores “tienen que hacer un esfuerzo suplementario” en la aplicación del principio de igualdad que repercutirá en la Administración y en sociedad, indicaba. Y es que, aplicar el lenguaje inclusivo en la administración beneficia a todas las personas, tanto hombres como mujeres, dignificándolos como personas”, añadía Ana.

De esta manera, y mediante la formación continua los trabajadores apuestan por dar visibilidad a realidades que siempre han estado ahí, y con ello, contribuir a cambiar la sociedad.

El Digital de Albacete

Diario digital líder en Albacete con toda la información de la capital y provincia
Botón volver arriba