/Sandra Manzanares//Foto: María Guerrero/
Felicitando al nuevo alcalde de Albacete, Manuel Serrano, así comenzaba el portavoz del Grupo Municipal Socialista, Modesto Belinchón, su intervención en la sesión extraordinaria del Pleno del Ayuntamiento de la capital albaceteña celebrada este 5 de julio y en la que Serrano ha sido proclamado primer edil.
Belinchón, presentaba su candidatura a la alcaldía durante el Pleno, aunque era conocedor de que la misma no prosperaría, pues Ciudadanos rechazaba el mismo día de su presentación formal, la adhesión a la alternativa planteada por PSOE y Ganemos con la que pretendían cambiar el signo político del Ayuntamiento y arrebatar el mandato al Partido Popular. Así, y dejando atrás esa alianza con Ganemos, el socialista ha sido respaldado por los ocho votos de los concejales de su Grupo Municipal.
Cabe recordar que para que saliera adelante ese gobierno alternativo de PSOE y Ganemos, ambas formaciones pedían el apoyo de Ciudadanos, pero nunca del Concejal No Adscrito, Pedro Soriano, pues Belinchón, por amor a su ciudad, destacaba que “más importante que ser alcalde es serlo con honestidad y dignidad”, por lo que rehusaba el voto de Soriano, ya que los socialistas no “quieren el Gobierno a cualquier precio”. Palabras y consideraciones que según Belinchón emanan desde un sentimiento de “lealtad” hacia la Corporación Municipal, incidiendo en que “no vale” gobernar, ni una posibilidad de gobierno que implique a “quien insulta y denigra a la institución porque eso denigra la legitimidad democrática”, detallaba, refiriéndose a Pedro Soriano.
De esta manera, Belinchón renunciaba a la posibilidad de formar un Gobierno en Albacete, pero dejando claro que “nadie puede dudar que yo hubiese querido, quiero y no sé si querré ser alcalde de esta ciudad”, algo que para el socialista ha quedado plasmado en el compromiso que su grupo ha ido manifestando en estos dos años como oposición. Una legislatura que comenzaba en 2.015 bajo mandato popular y que dejaba un “tablero de juego fracturado”, pero que, sin embargo, no ha impedido trazar un camino entre los cuatro Grupos Municipales de diálogos y acuerdos, aunque también de incumplimientos; pues si bien es cierto que los socialistas han planteado un proyecto de ciudad distinto, quien verdaderamente marca los tiempos de ejecución es el Equipo de Gobierno, incidía Belinchón.
Así, el portavoz socialista reseñaba que son 31 las mociones aprobadas que no se han llevado a cabo, por lo que ha lanzado un reto a las formaciones políticas y en concreto al alcalde, para ser el primer Ayuntamiento que afronte las mociones con “carácter ejecutivo”, instando al “respeto y legitimación de la diversidad”, y a su vez, a que “lidere un proyecto con luces largas”, sentando las bases de lo que se va a hacer en la ciudad, para que cuando finalicen los cuatro años de mandato y de la corporación, el conjunto de la misma sea recordado por su capacidad de acuerdo y de crear un Albacete “identificable”, para lo que es necesario que el Equipo de Gobierno “cambie de actitud”, y es que, “no basta con que seamos capaces de acordar, sino que hay que proponer juntos siendo necesaria la participación”, reflejaba.
Finalmente, Belinchón ha sostenido que no se “aprovecha” la enfermedad de Javier Cuenca, sino que se aprovecha una “coyuntura”, y es que, desde el Grupo Municipal Socialista afirman que van a continuar trabajando por la ciudad y con su compromiso por ella aunque “les cueste dejarse jirones importantes como partido o dentro del marco ideológico en el que se mueven”. Con ello, Belinchón ha pedido colaboración “sincera, voluntad de ejecución y decisión firme de que lo que se acuerda y se decide es la decisión mayoritaria de los vecinos de la ciudad”, y contra eso, concluía Belinchón, “no valen ideologías”, apelando así a la voluntad de cumplir con Albacete.
