El trabajo presentado por un grupo de Técnicos en Cuidados de Enfermería de la Gerencia Integrada de Albacete ha conseguido el premio a la mejor ponencia en el XXVIII Congreso Nacional que el viernes se clausuró en Cartagena y que ha organizado la Fundación para la Formación y Avance de la Enfermería.
El eje central de este Congreso ha sido la Bioética y durante una de las jornadas, Isabel López Sánchez, Antolina García García, Llanos Jiménez Pérez y Ana María Piqueras Carrión, expusieron la ponencia titulada ¿Implementamos la adecuación del tratamiento de soporte vital? En ella, las autoras explicaron que “la idea que el hombre tiene el derecho a morir con dignidad ha dominado el debate bioético contemporáneo relacionado con el fin de la vida humana. En este sentido, en ocasiones se plantea la Limitación de Esfuerzo Terapéutico (AET) que consiste en no aplicar medidas extraordinarias o desproporcionadas para la finalidad terapéutica que se plantea en pacientes con mal pronóstico y/o mala calidad de vida”.
“Esta limitación, justificada por la desproporción entre los fines y los medios a utilizar para el mantenimiento de la vida, es una situación que se presenta a menudo en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI), aceptándose la retirada del soporte vital por razones de futilidad fisiológica. Los principios bioéticos involucrados (justicia, autonomía, dignidad, beneficencia, no maleficencia y vulnerabilidad) son los responsables de la dificultad al realizar la toma de decisiones sobre la conducta terapéutica a seguir con cada paciente”.
“Los protocolos de adecuación del tratamiento del soporte vital, recogen que el personal de enfermería participa de forma activa en todo el proceso, así bien, en la práctica, no se lleva a cabo de manera que en ocasiones existen descoordinaciones a la hora de implantar dichos protocolos; por lo que hemos podido constatar que la implicación del personal de enfermería debe ser organizada y planificada, y en consenso de cada uno de los profesionales involucrados en el cuidado del paciente”.
“Desde el momento que se inicia la adecuación del tratamiento de soporte vital en un paciente, nuestra labor como profesionales sanitarios sigue siendo la misma, proporcionarles el máximo confort tanto al paciente como a los familiares, al paciente calmándole todo el malestar que pueda tener y a los familiares acompañándolos y dándoles apoyo hasta el final”, concluyeron en su intervención.
El Comité Científico del XXVIIII Congreso Nacional de TCE valoró el rigor científico de esta ponencia, los aspectos científicos y técnicos así como el interés social y profesional para la concesión del primer premio al trabajo de estos profesionales.