Antonio Resines ha confesado una larga y silenciosa lucha contra un cáncer colorrectal diagnosticado en el año 2015. El actor ha escrito Pa haberos matao. Memorias de un calvo, un libro de memorias escrito junto a su pareja Ana Pérez-Lorente, en la que ha dedicado todo un capítulo a su lucha contra esa enfermedad.
El objetivo –explica– es difundir las revisiones periódicas para evitar esta enfermedad. «A partir de los 50 años, las colonoscopias pueden evitar tu muerte y eso hay que decirlo».
Y es que Resines se percató de ella por pura casualidad. «Tuve la absurda suerte de caerme de una moto. Me rompí la mano y se dieron cuenta de que me pasaba algo más cuando los análisis evidenciaron una gran anemia. Al hacerme la colonoscopia, vieron que tenía cáncer, además de predisposición a la formación de pólipos».
No solo eso: «También detectaron una angina de pecho y una arteria obstruida». Ha sido suerte, por tanto, que «me lo han cogido a tiempo y no tuvieron que darme quimio, ni radio, ni nada».
Resines, de 62 años, confiesa también en el libro «los tres golpes más duros» de su vida: «La muerte de mi madre, la de mi amigo Rafael y cuando me diagnosticaron cáncer».
De ese diagnóstico, realizado en 2015, «no se enteró nadie. Estaba en la Academia, trabajando, y haciendo el tonto todo el día, tres meses un poco complicados y nada más», dice en relación al fácil tratamiento.