/Sandra Manzanares/
El Pleno del Ayuntamiento ha aprobado la moción presentada por el Grupo Municipal Ganemos para aplicar las recomendaciones de la OMS a que se reduzca el consumo de bebidas azucaradas y sus consecuencias para la salud a través de la retirada de las máquinas expendedoras de bebidas azucaradas de los edificios públicos.
Como recordaba la portavoz de Ganemos, Victoria Delicado, el informe publicado el pasado año por la OMS advierte de las consecuencias que el consumo de bebidas azucaradas tiene para la salud como son la obesidad, la diabetes o la caries dental y su recomendación en el sentido de que aumentar al menos en un 20% su precio de venta al público redundaría en un descenso del consumo. Por ello, Ganemos pretende que desde las administraciones se atienda la recomendación de la OMS, entendiendo que la imposición de una carga fiscal específica sería un “mecanismo eficaz de intervención pública en la promoción de hábitos más saludables”, al igual que se hace con el tabaco y el alcohol.
El nuevo impuesto sería un tributo propio de la Administración autonómica, por lo que en la moción solicitan que el Ayuntamiento inste a la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha y al Gobierno a establecer medidas fiscales. No obstante, hay otro tipo de decisiones “más inmediatas” que, según Delicado, también contribuirían a la disminución del consumo de productos perjudiciales para la salud y son las que afectan a las máquinas de venta de productos alimenticios envasados, donde proliferan tanto los productos ricos en grasas no saludables como productos azucarados. Así, Ganemos ha urgido a la sustitución de ambos tipos de productos en las máquinas de todos los edificios públicos, como son centros sanitarios, centros educativos de enseñanzas medidas y universitarias, centros socio-culturales… Esta petición se hace extensible a la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha y al Gobierno central para que hagan lo propio en los edificios y centros de su titularidad.
Opinión de los grupos
Por último, Ganemos ha propuesto al Pleno colaborar con los centros educativos en las acciones de concienciación sobre hábitos saludables y en campaña de información sobre los riesgos para la salud que conlleva el consumo de productos azucarados y ricos en grasas no saludables. Sin embargo, la moción ha contado con los votos negativos del Equipo de Gobierno y Ciudadanos, quienes, en el primer caso y a través de la edil María Gil, han señalado que la subida de impuestos “afectaría a los ciudadanos”, y también al sector de alimentación y bebidas, sector “estratégico” en el que la subida produciría un “obstáculo” en la recuperación de la economía.
Una moción “no acertada”, pues “más que prohibir o penalizar”, hay que trabajar por un consumo responsable y ofrecer una buena educación en hábitos, pues, considerando “acertadas” las recomendaciones de la OMS, no deben ser tratadas como “imposiciones”. De esta manera, Gil emitía su desacuerdo ante estas medidas. Algo en lo que ha coincidido la concejal de Ciudadanos, Francis Rubio, señalando que “la solución no son los impuestos”, sino que este tema se debe tratar a nivel nacional, fomentando los hábitos de vida saludable. Finalmente, gracias al apoyo del Concejal No Adscrito y del Grupo Municipal Socialista la moción saldrá adelante y se procederá a la retirada de las máquinas expendedoras de bebidas azucaradas.
Hay más tontos que botellines.