/Sandra Manzanares/Fotos: María Guerrero/Vídeo: Jennifer Comuñas/
El helicóptero de la Dirección General de Tráfico con la cámara radar Pegasus ya está en Albacete y permanecerá controlando las carreteras de nuestra provincia hasta el fin de semana. Durante estos dos o tres días los conductores estarán vigilados a una altura de 1.500 pies por esta cámara que es capaz de ampliar la imagen 1.000 veces, es decir, puede distinguir la matrícula de un vehículo a 1 kilómetro de distancia.
El control aéreo permite regular a través de sanciones la velocidad excesiva de los vehículos en carretera, así como malos hábitos de los conductores tales como no llevar el cinturón de seguridad puesto o ir hablando por teléfono, pero no solo con carácter sancionador se emplea este helicóptero, si no que aporta un plus de seguridad en caso de accidente pues en el momento de avistar el suceso la tripulación avisaría a la Guardia Civil inmediatamente, explica la jefa provincial de Tráfico de Albacete, Cruz Hernando.
En este sentido, Hernando ha recordado que el helicóptero con la cámara radar Pegasus pasa por Albacete una vez al mes desde hace un año, y constituye “una forma de educación vial y disuasoria” pues, que todo el mundo sepa que estamos vigilados desde el aire propicia una conducción más responsable, “aunque deberíamos hacerlo sin que fuera necesario”, destaca la jefa provincial de Tráfico.
Funcionamiento del radar
Como señala el especialista de foto y vídeo en la DGT, Sergio Riscos, una vez detectado el vehículo se pone en marcha el Pegasus y empieza a tomar medidas cada tres segundos, si al final de esos nueve segundos está por encima de la velocidad permitida, la sanción “va para delante”, pero no solo se mide la velocidad si no que se comprueba “perfectamente” si se infringen otras leyes como el saltarse un stop o las líneas continuas.
Y es que, aunque se intenta que el helicóptero no sea muy visible para no “asustar” a los conductores, Riscos señala que se presencian muchas circunstancias ilegales, como gente hablando por el móvil y “ves cómo de repente le cae, cinturones que se ponen, animales sueltos y que empiezan a esconderlos, frenazos ante señales de stop, e incluso gente que va drogándose: esnifando o con jeringuillas”. “Hemos visto de todo”, concluye.
Con la llegada del helicóptero a nuestra provincia lo que buscan desde la DGT es prevenir, y no sancionar, pues lo que interesa es que los conductores sean conscientes de su presencia, pues así disminuyen las situaciones temerarias.