El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, ha avanzado este viernes que a lo largo de 2017 se suprimirán hasta treinta aulas prefabricadas en la región, una medida enmarcada en el Plan de Infraestructuras diseñado por el Ejecutivo castellano-manchego, que con una dotación económica de 87 millones de euros, permitirá realizar hasta 70 actuaciones. De este modo, ha añadido el presidente, en los próximos días “se pondrán muchas primeras piedras”, porque es necesario hacer un “esfuerzo ímprobo” para mejorar la calidad de los centros y de la propia educación.
En este sentido, García-Page ha reclamado la necesidad de que en los próximos años “podamos poner en marcha un sistema de Formación Profesional que realmente habilite a los jóvenes de hoy para un mundo cada vez más cambiante”, al tiempo que ha alabado la calidad del sistema educativo español, “que a pesar de tener algunos defectos tiene también muchas ventajas”, lo que se pone de manifiesto en la alta valoración de los titulados españoles, “a los que se rifan” en el exterior del país. Por ello, ha hecho un llamamiento para alcanzar un amplio acuerdo en Educación, “un pacto que no tendría que ser solo político y debiera comprender un camino mucho mayor”.
De esta forma lo ha manifestado el presidente García-Page durante el acto institucional del Día de la Enseñanza, que en esta ocasión se ha celebrado en el Teatro Palenque de la Ciudad de la Cerámica, y en el que ha estado acompañado por el presidente de las Cortes Regionales, Jesús Fernández Vaquero, el delegado del Gobierno en Castilla La Mancha, José Julián Gregorio, el alcalde de Talavera de la Reina, Jaime Ramos, el consejero de Educación, Cultura y Deportes, Ángel Felpeto, y el presidente de la Diputación Provincial de Toledo, Álvaro Gutierrez.
Para García-Page, quien ha tenido palabras de reconocimiento para todos los galardonados hoy, en el conjunto de la sociedad “debemos sentiros parte de un mismo proyecto, porque la Educación es mucho más que una fábrica de títulos. El sistema docente y formativo es una parte sustancial de la condición humana, pues la educación nos hace mejores o peores personas”, ha advertido.
En esta misma línea, García-Page ha manifestado que ser contrarios a la ignorancia “debería ser la prioridad de cualquier sociedad que se considere moderna”, y así ha repasado algunos de los avances que se están llevando a cabo desde su Ejecutivo para mejorar la calidad educativa, empezando por prevenir el bullying con campañas específicas e inclusivas, “pues la educación es la base autentica de la igualdad”.
Una Universidad que crece y mejora
Asimismo, el jefe del Ejecutivo castellano-manchego se ha referido a los altos estándares de calidad de la Universidad regional, la cual se verá beneficiada del contrato-programa, una iniciativa para relanzar a la institución docente prevista para los próximos seis años que establecerá la estrategia de crecimiento, viabilidad y mejora en todos los campus. “Puedo decir que aquí en Talavera habrá ampliación universitaria porque la va a haber en el conjunto de la región, y será conforme la demanda, los planteamientos y las estrategias de la Universidad que tiene que pilotar este proceso”, ha garantizado el presidente.
Durante su intervención, el presidente García-Page ha querido también lanzar un mensaje de tranquilidad a todas las instituciones docentes, porque si bien se ha mostrado partidario de reconstruir una educación pública “cercenada años atrás” mediante un aumento de la inversión, ha pedido que nadie interprete este necesario empuje como un ataque a la Educación Concertada ni a la Privada. “Nadie tiene nada que temer, pues todos los conceptos pueden convivir perfectamente”, ha asegurado.
Por su parte, el consejero de Educación, Cultura y Deportes, Ángel Felpeto, ha repasado todos aquellos capítulos, referidos a personal, infraestructuras y recursos materiales, en los que debe seguir avanzando el Proyecto Educativo de Castilla-La Mancha, y ha reconocido el fracaso institucional que suponen siete Leyes de Educación en casi cuarenta años de Democracia. En este sentido, ha apelado a la necesidad de “ser valientes y llegar a acuerdos”, aprendiendo del pasado y reconociendo errores, para encontrar una Ley que dure al menos una generación.
