/Sandra Manzanares/Fotos: María Guerrero/
Desde el pasado 2 de noviembre los albaceteños pueden depositar las urnas con las cenizas de sus seres queridos en la Catedral de nuestra ciudad. Hasta el momento y en apenas dos meses desde la implantación de esta nueva alternativa para el descanso eterno, el Columbario parroquial alberga las cenizas de 25 difuntos estando ya “reservada” la mitad del espacio total, que abarca 160 lugares.
De ellos, alrededor de 22 lugares tienen capacidad para albergar 10 urnas mientras que el resto puede aguardar hasta cinco de los recipientes. De esta manera, más de 800 difuntos serían los que podría acoger el Columbario de la Parroquia de San Juan. Como nos explica el párroco de la Catedral, Don Julián Ros, “está prevista la colocación de más urnas” señalando que este servicio ha tenido una buena acogida pues “mucha gente ha encontrado paz dejando ahí a los difuntos”, apunta.
Y es que la cercanía para “poder visitarlos y rezar” es uno de los atractivos de esta opción enmarcada en un “lugar bonito” de nuestra ciudad, pero, sobre todo, los familiares y amigos de las personas fallecidas encuentran un sitio en el que “poder recordarlos”, señala el párroco. Según la tradición cristiana, tanto los restos humanos como las cenizas han de ser “custodiados” en lugares bendecidos con la esperanza en la resurrección de los muertos, por lo que la Iglesia considera que las cenizas de un cuerpo humano deben ser tratadas con el mismo “respeto” que los restos corporales.
Respecto a su ubicación, cabe señalar que el Columbario está situado detrás del órgano de la Catedral y debajo de la gran vidriera del rosetón, que permanece cerrado excepto en el horario de visita que es de 18:30 horas a 19:30 horas. Todo aquel que desee depositar los restos cremados de algún familiar en este espacio debe ponerse en contacto con la Parroquia para comenzar los trámites y acordar los ritos exequiales propios.
Desde que está opción comenzara, se han recaudado 25.000 euros destinados al sostenimiento económico de las Misiones a través de la Delegación de Misiones de la Diócesis de Albacete en Colombia, en Zimbagüe, Ecuador y en Guatemala. Se trata de unos donativos que financiarán los proyectos en estos puntos, y que constituyen una ayuda “bastante importante porque el dinero allí se multiplica”, concluye Ros.
Procedimiento
A) Depósito durante 40 años en un loculum de uso familiar exclusivo. Durante los 40 años sucesivos al depósito de la primera urna de cenizas, el donante podrá depositar en el mismo loculum varias urnas sin otra limitación que el espacio disponible. La asignación del lugar será en el orden preestablecido por la Parroquia. Transcurridos los 40 años, si no hay otras indicaciones de los sucesores, las cenizas que se hayan depositadas serán colocadas de modo perpetuo y con toda dignidad en la cripta de la capilla de Jesús Nazareno. En este caso, la aportación económica por el depósito de las cenizas será de 3.500 euros.
B) Depósito en la cripta de Jesús Nazareno. En este caso las cenizas serán depositadas en un loculum compartido del columbario hasta el 2 de noviembre sucesivo (conmemoración litúrgica de los fieles difuntos), fecha en la que serán colocadas a perpetuidad en la cripta de la capilla de Jesús Nazareno. Por esta parte, la aportación económica por el depósito de los restos cremados será de 1.200 euros.
