/Sandra Manzanares/
Los trabajadores de la Residencia ‘San Vicente de Paúl’ viven en un constante “clima de descontento” y es que, desde hace unos meses en la residencia se está produciendo un “desbarajuste” en el personal, que ha desembocado en una “situación crítica”.
Cabe recordar que esta residencia depende de la Diputación de Albacete, y por ello, desde la oposición, el viceportavoz del Grupo Popular, Constantino Berruga se ha visto en la “obligación de denunciar” esta situación pues “existe un extremo descontento por parte de los sindicatos y de los trabajadores y también por parte del Equipo de Gobierno en la Diputación de Albacete”. De hecho, el propio Equipo de Gobierno realizó un encargo a una empresa privada para que llevara a cabo una auditoria en tal residencia, un informe “sin precedentes” que arroja resultados “demoledores en sus conclusiones y en sus recomendaciones”, apunta Berruga.
Tal documento destaca un clima laboral “pésimo e incluso advierte de importante riesgo psicosocial para estos trabajadores”. Un ejemplo de ello es que “no existen organigramas en la residencia, algo que hace que las responsabilidades se diluyan en puestos que no tienen competencias profesionales”. Además, reina la “anarquía” en algunos servicios como son los de lavandería, cocina y portería y también en algunos puestos directivos que “delegan responsabilidades” creando “verdaderos feudos de poder dentro de la residencia”.
Otra de las “advertencias” que se pueden apreciar en el informe, según apunta Berruga es que las enfermeras supervisoras “tienen horario de turno de mañana”, por lo que los demás turnos “quedan sin ningún tipo de supervisión recayendo la responsabilidad en el personal de enfermería o trabajadores sociales”. Además, el diputado manifiesta que la comunicación entre los servicios de la residencia es “prácticamente nula” siendo una atención “deficitaria” que genera “desconfianza”.
En este sentido, Berruga ha destacado que existe un “problema” de dirección pues la persona que ejerce este puesto “no es la adecuada para desarrollar las funciones”. Un “descabezamiento” que hace que todo sea un caos y que produce un “sobredimensionamiento” de la plantilla que provoca “cada vez más bajas médicas, sustituciones y turnos bajo mínimos” que repercuten también en los usuarios. Este «caos» conlleva el que haya más horas extras, más sustituciones y más bajas médicas, ha dicho Berruga, que ha detallado que el porcentaje de baja médica entre el personal contratado es de 2,15% y de 9,45% entre el personal fijo.
Por otra parte, Berruga ha recalcado que el coste anual de la residencia es de 7 a 8 millones de euros al año, de los que la Junta “solo financia” 812.000 euros mientras que el resto lo aporta la Diputación. En cualquier caso, el diputado ha querido tranquilizar a los usuarios pues el servicio “sigue siendo bueno gracias al trabajo y esfuerzo de los empleados de la Diputación”. Finalmente, desde el Grupo Popular piden que se haga una revisión global que normalice la situación de más de un centenar trabajadores.