/Sandra Manzanares/
En los últimos dos años, 21 han sido las personas diagnosticadas con el Virus de la Inmunodeficiencia Humana, VIH, en Albacete, lo que implica la media de casi un paciente al mes. Un dato que arroja la certeza de que se continúa diagnosticando por VIH, y aunque la cifra “no es alarmante”; sí indica que, a pesar de toda la información disponible, “algo está fallando”.
Como explica el Doctor José Javier Blanch, del Servicio de Medicina Interna del Complejo Hospitalario de Albacete, los nuevos casos podrían relacionarse como un marcador secundario de la “relajación” frente al VIH. Y es que el Virus de Inmunodeficiencia ha pasado a considerarse una infección crónica, que está “controlada”, algo que ha provocado que “el miedo que había a morir de sida se haya perdido un poco”. Además, con los avances en la medicina y el tratamiento que se proporciona a los pacientes, a día de hoy “nadie se muere de VIH, salvo que no haga las cosas bien”.
En este sentido, el Doctor Blanch apunta que, si un paciente sigue las recomendaciones y continúa con el tratamiento establecido, que ahora es “más cómodo”; ya que por lo general comprende el suministro de una única pastilla, no tiene por qué haber complicaciones. Aunque si bien es cierto, que el paso a la cronicidad del virus hace que éste “perviva” en el tiempo y pueda dar paso a otras patologías vinculadas con los factores de riesgo cardiovascular con prevalencia de ictus o infartos, y es que el VIH en sí mismo es un factor de riesgo cardiovascular por lo que, una vez controlada la enfermedad, actualmente “estamos trabajando en la colateralidad de la misma” con la puesta en marcha de una Consulta de Riesgo Cardiovascular en el VIH.
Con todo ello, el facultativo ha destacado que el día a día de una persona en tratamiento es igual que el de cualquier enfermo crónico, pudiendo llevar a cabo una vida plena en todos los ámbitos. Aunque la enfermedad no llegue a curarse, puntualiza el Doctor Blanch, los antiretrovirales hacen que la capacidad del virus a la hora de replicarse desaparezca, permitiendo que el VIH “no sea activo ni progrese la enfermedad”.
Perfil pacientes
Actualmente, en la ciudad de Albacete existen 330 pacientes en seguimiento por el VIH, de los cuales el 75% son varones, y de los nuevos diagnósticos, el perfil mayoritario continúa siendo el de un hombre joven de edad comprendida entre los 20 y los 45 años. Esta juventud de los pacientes deja entrever que “se ha bajado la guardia en conductas de riesgo”, a pesar de los recursos disponibles. En este aspecto, y al dejar de ser la homosexualidad un tema tabú, cada vez son más los hombres que se informan sobre las conductas de riesgo, y a los que se les traslada, igual que a las mujeres, la importancia de utilizar medidas de protección en las relaciones sexuales y que las mismas no impliquen peligros para su salud.
Qué es el SIDA
Cabe recordar que el VIH es un virus que ataca a las defensas del sistema inmunológico que combaten las enfermedades, por lo que, al verse afectado y debilitado, nuestro cuerpo se vuelve vulnerable ante posibles infecciones. Como explica el Docto Blanch, antiguamente el virus estaba relacionado con el consumo de droga, con el contagio sexual o por la trasfusión de hemoderivados; pero ahora algunas de esas circunstancias se han convertido en residuales, aunque todavía prevalece el riesgo por transmisión sexual. Esta enfermedad en su fase latente presenta una sintomatología vaga, que está controlada tanto desde la Atención Primaria como desde el Servicio de Unidades Infecciosas, teniendo en cuenta a los pacientes con síndromes febriles agudos, a los que, si coinciden con el perfil de riesgo, se les hace pruebas que sirven de “cribado” para descartar VIH, hepatitis o sífilis.
Por su parte, el SIDA es la fase final de la infección, un estado que puede tardar hasta 10 años en aparecer desde que un paciente adquiere el VIH, y que puede provocar la muerte debido a la infección en el organismo, que, coincidiendo con la disminución de defensas de los leucocitos, puede desembocar en infecciones graves, las llamadas infecciones oportunistas.
A modo de prevención, el Doctor Blanch ha destacado la importancia de “continuar con la política sanitaria de educación para la ciudadanía”, pues, aunque “hay mucho ganado en cuanto a asistencia de los pacientes hay que seguir alerta”. Y es que, la prevención es uno de los factores primordiales en la lucha contra el SIDA, una enfermedad que, aunque controlada en algunos países, en otros continúa siendo una de las principales causas de mortalidad.
