/Sandra Manzanares/
Los perros siempre han sido considerados como la mascota por antonomasia del hombre, algo que no es casual ya que estos animales además de ser la mejor de las compañías, ayudan a reducir el estrés y contribuyen a la mejora de la salud física y emocional de las personas.
La psicóloga albaceteña, Verónica Soler, es conocedora de estas cualidades de los perros, por lo que desde hace años los incluye en sus terapias. Así, cuenta con Arya, una perrita mestiza de cuatro años que está capacitada como “coterapeuta” y que participa en el tratamiento de fobias hacia los perros además de trabajar con personas mayores para ejercitar su memoria.
Cabe destacar que Arya está entrenada según las normas internacionales de perros de terapia, y además cuenta con la certificación como perra de lectura formando junto a Verónica uno de los equipos españoles que llevan a cabo el programa READ, Reading Education Assistance Dogs, que tienen como fin estimular el gusto por la lectura a los niños.
En este sentido, Verónica nos detalla que Arya ha ido a clase de obediencia y ha tenido una socialización “importante” con personas y terapias por lo que también es capaz de trabajar con niños en la gestión de sus emociones como lo hará en ‘Incondicionales’, el V taller para niños de Inteligencia Emocional asistido por perros en Albacete, organizado por ‘Kibel Centro de Psicología’.
Trabajando con niños
Este proyecto no es un taller al uso, ya que, con la ayuda de Arya y con la presencia de dos perros de la protectora ‘Dejando Huella’, los pequeños de edades comprendidas entre los 6 y los 9 años trabajarán sobre todo las emociones positivas. Pues como nos explica la psicóloga del taller; Verónica Soler, hay autores que dicen que llevamos “de serie” estados como la tristeza o el enfado, pero “no todo el mundo sabe sentir empatía”. Por ello, en estas jornadas se actúa para que los pequeños “sean más felices”. Un paso que comienza con el hecho de que “sean capaces de tener emociones positivas”.
Otra de las líneas que se desarrollan en este taller que empieza el 9 de noviembre es cómo exteriorizar sentimientos básicos como pueden ser la alegría, la tristeza o el miedo. De esta manera, los más pequeños de la casa “aprenderán que las emociones se pueden expresar y cuál es la forma de hacerlo”. Y es que, Verónica nos pone el ejemplo de los niños que cuando se enfadan, lo expresan dando patadas, una reacción que podría cambiarse por el diálogo.
¿Qué papel juegan los perros?
La “coterapeuta” Arya participa de forma activa en los talleres ya que está entrenada para representar la tristeza o la alegría a la orden del cuidador y también puede seleccionar los dibujos con las emociones que le indiquen. Actividades que dan pie a juegos con los niños que consiguen que “los pequeños aprendan disfrutando”.
Por otra parte, este año en ‘Incondicionales’ trabajarán con dos perros de la protectora ‘Dejando Huella’ para que los niños conozcan la historia de estos animales abandonados y colaboren en una campaña que les permita encontrar un hogar. De esta manera, aumenta la autoestima de los niños porque “se van a sentir súper importantes al ver que han conseguido una casa para los perritos”. Además, estos animales son “ejemplos de agradecimiento porque lo han pasado mal y ahora están bien”.
Y es que, este tipo de talleres suponen una oportunidad tanto para que los niños aprendan a controlar sus emociones como para rendir homenaje a los eternos compañeros del hombre. Unos fieles amigos que siempre están ahí.