/Sandra Manzanares/Fotos: María Guerrero/
“Dice el tango que 20 años no son nada, pero 50 ya empiezan a ser algo”, así comenzaba el acto de aniversario del medio siglo de vida del Instituto Tomás Navarro Tomás. Y estas eran las palabras que su director, Pedro Zafrilla, dedicaba al centro. Y no solo al instituto en sí sino a la comunidad educativa en general y a todos los que han formado parte de él a lo largo de su historia.
Durante la tarde de este viernes, los asistentes al evento entre los que se encontraban antiguos alumnos y miembros de los claustros docentes, han viajado al pasado con los recuerdos de los profesores de antaño y del primer director del Tomás Navarro Tomás, José García Templado.
Así, Templado, que era como le conocían en el instituto por aquel entonces, ha aportado su visión de lo que era la enseñanza destacando la iniciativa que llevó a cabo de proyectar la parte más creativa de los alumnos. De esta manera, y en plenos tiempos de política convulsa nació la revista llamada ‘El Silbo’, una publicación que a la vez de dar rienda suelta a los pensamientos y sentimientos de los alumnos en forma de versos “supuso un hecho traumático” ya que a raíz de uno de los poemas llegó una denuncia que hizo que tanto el antiguo profesor de Lengua y Literatura, y director del centro, así como alguno de los estudiantes que formaron parte del elenco tuvieran que declarar ante la justicia. Sin embargo, “todo acabó bien, solo estuvimos en el Tribunal de Orden Público”, señala irónicamente Templado.
Finalmente, todo quedó en una anécdota ya que la denuncia fue archivada, y poco después el director fue trasladado a otro instituto de Madrid, donde formó su vida. En este día, al volver y comprobar la evolución tanto del instituto como de la ciudad, se ha mostrado melancólico y orgulloso acabando su intervención con un: “Albacete, siempre”.
Alumnos de “hierro”
Además, el primer profesor de Latín del centro y ex catedrático, Samuel García Rubio, ha confesado que el hecho de revivir otra vez aquellos comienzos ha resultado “duro” porque para ello hay que hacer un “ejercicio de reflexión y compaginar el pasado con el presente”. Algo que según Don Samuel se hace de dos maneras: “trayendo el pasado para acá, mala cosa porque no encajan el ayer y el hoy” o “ir hasta ahí” a través de un “ejercicio de desaparición del yo”, opción que ha considerado más factible, porque “solo así se pueden tener datos correctos”.
En este sentido, el docente ha destacado una característica de los alumnos de entonces, que es que “eran de hierro”, recreando en la retina de los presentes en la sala del Tomás Navarro Tomás, la imagen de adolescentes que entraban a las clases con las zapatillas empapadas y los pies mojados. Y es que, por aquel entonces, el instituto era “un edificio nuevo puesto en medio del desierto” donde solo había “tierra y polvo cuando hacia sol, barro cuando llovía y hielo y nieve con los fríos”. Así, Don Samuel ha rememorado la crudeza de unas condiciones a las que se tuvo que enfrentar una generación que a la vuelta de las navidades se encontraba con que la calefacción había reventado por el hielo.
Siguiendo esta línea, el antiguo profesor de Historia del centro y catedrático de Historia del Arte, Guillermo García-Saúco, que fue quien propuso que el centro llevara el nombre del filósofo rodense, ha detallado el desdoblamiento del instituto de enseñanza media de número 1, el hoy conocido como Bachiller Sabuco, que se consolidó como femenino propiciando la creación del Instituto Tomás Navarro Tomás, el número 2 de Albacete, dedicado exclusivamente a los varones. Así, y de una manera “machista”, quedó esta nueva construcción más “moderna y capaz” a disposición de unos alumnos que, “afortunadamente” y poco a poco han ido igualando su presencia tanto femenina como masculina en las aulas.
Recuerdos de adolescencia
Al acto han acudido un gran número de antiguos alumnos que recuerdan aquellos días con cariño como relata Federico Pozuelo, que estudió Bachillerato desde 1990 a 1994. Un periodo de “despertar para muchas personas” que ahora rememora con un carácter “entrañable”, igual que el haber podido reencontrarse con antiguos compañeros y profesores en esta tarde.
De igual manera, el ex estudiante de Bachillerato, Jesús Damián Cabezas, comenzó la enseñanza en 1.981, años de “aprendizaje en los que sales a la vida y haces las mejores amistades que todavía mantengo”. Además, Jesús nos ha contado que esta reunión le ha “emocionado” y “traído muchos recuerdos agradables”, y no solo por el reencuentro con viejos alumnos sino porque la “educación marca” y la forma de impartirla, también.
Apoyo de las instituciones
Como apuntaba el director del instituto, Pedro Zafrilla, el acto ha contado con la presencia de representantes de instituciones locales, municipales y autonómicas, un motivo de alegría que espera que solo sea el “inicio de un año de celebraciones del centro y a la figura de Tomás Navarro Tomás”. Un pensador, “no lo suficientemente reconocido en la provincia de Albacete”.
Por su parte, el consejero de Educación, Cultura y Deportes, Ángel Felpeto, ha instado a la elaboración de un Pacto Nacional por la Educación que sea “de todos y para todos” y que “apueste por la educación como base de la igualdad y como proyecto común”. Además, se ha referido a la vida del IES Tomás Navarro Tomás como la consecución de “un proyecto con unas señas de identidad muy marcadas” aconsejando a los alumnos que “aprendan del pasado, vivan su presente y construyan el mejor de los futuros posibles”.
En esta línea, el acto ha sido arropado por el delegado de la Junta en Albacete, Juan Antonio Ruiz Santos; el director provincial de Educación, Cultura y Deportes, Diego Pérez; la concejal de Barrios, Llanos Navarro o el concejal de obras Públicas, Julián Garijo.
Finalmente, se ha procedido a la entrega de premios del concurso de fotografía ‘El IES TNT para ti’, convocado con motivo de esta efeméride. Así, en una jornada para el recuerdo se ha destacado que por sus aulas han pasado profesionales de la comunicación tan prestigiosos como Pedro Piqueras, actores como Julián Valcárcel o Esperanza Pedreño, y profesores como Manuel Cifo, de la Universidad de Murcia, o Jesús Fernández, de la Universidad de Salamanca. Una lista de alumnos de carácter reconocido que probablemente no acabe aquí.