/Sandra Manzanares/Fotos: Pilar Felipe/
Con la Feria cada vez más cerca, los albaceteños acuden a las tiendas de confección y a las mercerías a por sus trajes manchegos, adaptaciones de artículos con telas regionales o complementos con sendos tejidos y estampados. Y es que, cualquier insignia es buena para que se note que estamos en Feria.
Uno de los establecimientos más emblemáticos de la ciudad en cuanto a elaboración de trajes regionales es ‘Confecciones Ibáñez’, que, tras 40 años en el mundo de la confección, continúa aumentando sus ventas en los días previos a la Feria, sobre todo en prendas y artículos adaptados a la indumentaria típica.
En relación a ello, la propietaria del negocio, Pilar Ibáñez resalta que hay más novedades en este tipo de materiales ya que “permiten jugar con la imaginación” y crear una amplia variedad de una misma pieza.
Así mismo, Pilar nos cuenta que los jóvenes son los que mayoritariamente solicitan los complementos surgidos de adaptaciones manchegas, porque muchos quieren “llevar un toque manchego para irse a los mojitos, dar una vuelta por la Feria o cenar con los amigos”.
En este sentido, lo más demandado son las mochilas, que se pueden adquirir por 6 euros y las hay con la imagen de una pareja de mancheguitos, otras con el icónico Pincho de la Feria o con el tan nombrado Molino.
Además, se elaboran zapatillas, las faldas cortas que “se han puesto tan de moda” y, que pueden ser de pliegues o lisas, ranitas, monederos, lacitos, bermudas para niños, tazas, bodies para bebés, pañuelos…
Eso sí, la “gente tiene claro que esos detalles son para ir a la Feria y no para usarlos en las ocasiones destacadas como puede ser la Cabalgata, la Batalla de Flores o la Ofrenda”. Para ello, Pilar nos explica que “normalmente se emplean los tres trajes tradicionales”, que son el de manchega, espigadora y serrana.
Apuesta por lo más tradicional
A estos días tan señalados de nuestra Feria, la gerente de ‘Indumentaria Abuela Santa Ana’, Rosario Martínez, añade también la jornada dedicada a la Exaltación del Traje, en la que se hace un desfile y la “gente se viste cada vez más, con mayor empaque y sacando sus mejores prendas para lucirlas”.
Por su parte, Rosario explica que el negocio que regenta, trata de “recuperar y mantener la ropa antigua y el traje tradicional”, apuntando como objetivo final que los trajes “sufran las menores variaciones posibles para que se haga con todo el rigor del mundo”.
Para conseguirlo emplean telas artesanales, “hechas como antiguamente, en un telar” y de manera “totalmente personalizada”, ya que únicamente trabajan haciendo trajes a medida desde hace ya 20 años.
Así, y en “pleno auge” de la actividad, en ‘Indumentarias Abuela Santa Ana’ llevan elaborando trajes para esta Feria desde que finalizó la pasada, intensificando la labor en agosto, por lo que desde este mes no han “cogido nuevos encargos”.
Como explica Rosario, por la calidad de las telas y el costoso trabajo que conlleva, el precio de los trajes “sube un poco”: podemos encontrar refajos bordados a mano por unos 500 euros y los justillos a partir de los 100.
¿Quién se viste más de manchego?
En cuanto al perfil mayoritario del cliente que acude a por su traje de manchego, Rosario destaca que quienes se visten en su tienda son personas de todas las edades: “hemos llegado a trabajar para niños de 3 meses y adultos de hasta 80 años”. Lo que sí ha notado, es que este año “ha aumentado el número de hombres que han pedido trajes con su chaleco, camisa y calzón”.
Por su parte, desde ‘Confecciones Ibáñez’ subrayan que los trajes más demandados son para los pequeños de la casa, surgiendo “algo curioso”, que es que “el niño hace que se vistan muchos de la familia”. De hecho, “gente que no se ha vestido en la vida, lo hace cuando tienen a sus nenes”.
Otra de las razones por las que se venden más las ropas de los niños, es que “los mayores conservan trajes de otros años, y cambian alguna pieza para que parezca diferente, o simplemente añaden un corpiño que les da un aire nuevo”, explica Pilar.
Así, entre indumentarias a estrenar, otras renovadas, complementos originales y nuevos artículos adaptados a los motivos manchegos, los albaceteños desde el más pequeño hasta el mayor de cada familia, se preparan para recibir la Feria con sus mejores galas.