/Marian Simón/
Hace ya seis años que la forma de viajar se abrió a nuevas opciones en España. Fue en 2010 cuando surgió una nueva red social, BlaBlaCar, para que viajeros que coinciden en origen, destino y horario y estén dispuestos a compartir coche y gastos se pusieran en contacto. Al principio fueron varias las dudas que surgieron de esta nueva iniciativa, como la seguridad o la llamada competencia desleal, pero el tiempo le ha dado la razón a BlaBlaCar y en septiembre de 2015 alcanzaba los 95.000 usuarios en Castilla-La Mancha. Por aquel entonces la empresa afirmaba que “lo que algunos consideraban una moda hace unos años, se ha convertido en una nueva forma de movilidad que comparten cada vez más castellano-manchegos”.
De los 95.000 usuarios de BlaBlaCar en Castilla-La Mancha, el 47% pertenecen Albacete, convirtiéndose así en la provincia con mayor número de usuarios de esta red social en la región. BlaBlaCar destaca que “dentro de cada provincia, hay usuarios en casi todas las localidades”, lo que se explica por el hecho de que “muchos de los trayectos realizados unen puntos de la Comunidad que sólo pueden realizarse de forma directa en coche”.
Desde El Digital de Albacete hemos querido conocer la experiencia de dos albaceteñas usuarias de BlaBlaCar. Cristina López-Tello, de 26 años, ha explicado que lleva cuatro años utilizando esta red social como pasajera y que las causas por las que se decidió fueron “por el precio y porque el viaje se hace más ameno porque vas con gente y tienes temas de conversación”. En cuanto a la frecuencia con la que utiliza BlaBlaCar, Cristina ha comentado que “durante dos o tres años casi todos los fines de semana lo he usado, porque estudiaba en Valencia y los fines de semana volvía a Albacete”, pero también para más destinos como Alicante, Granada, Málaga y Madrid, “suelen ser viajes entre ciudades, de dos horas para arriba”. Actualmente Cristina utiliza BlaBlaCar en verano “si hago algún viaje, por ejemplo cuando fui a Málaga, para viajes esporádicos también lo cojo, aunque yo lo cojo más en invierno y creo que se usa más en invierno”.
Cristina afirma que “he conocido a un par de personas con la que he mantenido el contacto desde hace ya años” y en cuanto al tema de la seguridad apunta que “al principio era lo que me tenía en duda, pero es que BlaBlaCar te da mucha seguridad en ese sentido porque todos los datos de contacto de la persona lo tienes en la página. Además cuando me subía al principio a algún coche mandaba la matricula a mi gente más cercana porque así me sentía yo más segura, pero normalmente BlaBlaCar te da mucha confianza en ese sentido”.
Por su parte, Susana Haya nos cuenta que ella ha sido pasajera y también conductora, “empecé a usar BlaBlaCar porque el tren era excesivamente caro y había meses que tenía que coger el coche”, de esta manera Susana se decidió hace ya cuatro años a utilizar esta red social “porque la gasolina es bastante cara” y ya lo ha usado “bastantes” veces, “como 20 o 25”. Sus destinos son habitualmente Madrid y Albacete en fines de semana y puentes.
Susana califica sus experiencias con BlaBlaCar como “muy positivas” y reconoce que ha conocido a “mucha gente”. La anécdota que más recuerda fue de camino a Madrid desde Albacete “se me estropeó el coche cuando iba con otro chico y terminamos de hacer el viaje a Madrid en grúa. Como el chico iba justo de tiempo lo llevamos en la grúa hasta su trabajo en el aeropuerto”.
Desde BlaBlaCar explican su crecimiento “desde su llegada a España, en enero de 2010, los 2 millones y medio de usuarios registrados han compartido más de 1.200 millones de kilómetros y 48 de ellos los han recorrido los castellanomanchegos” no solo por las comodidades y el ahorro que ofrece a la hora de viajar, también afirman que “el consumo colaborativo no son una moda, sino que forman parte de un cambio de mentalidad que acepta de manera natural la coexistencia de distintas formas de viajar y de un cambio de actitud global que ya existe en España”.
Por lo tanto, parece que compartir coche no es solo una moda y BlaBlaCar se ha consolidado en tanto en España como en Albacete y se ha convertido en una alternativa real al tren y el autobús.
