Un grupo de empresarios y técnicos de telecomunicaciones de Castilla-La Mancha, Valencia y Murcia han analizado este viernes en Almansa el uso de tecnología para enterrar las redes de fibra óptica, que en la actualidad se instalan en las fachadas de las edificaciones, y crear canalizaciones subterráneas con un mínimo de obra.
Esta tecnología serviría para instalar redes de fibra óptica sin impacto sobre la población y sin afección a infraestructuras esenciales tales como vías de tren o autopistas, según ha informado la Asociación Nacional de Operadores Locales de Telecomunicaciones (Aotec).
En la jornada, la compañía norteamericana Vermeer ha realizado una demostración sobre cómo crear infraestructuras subterráneas en dos entornos diferentes, un casco urbano y una carretera. El presidente de la empresa, Jason Andringa, y el presidente de Aotec, Servando Sánchez Calero, han asistido a la jornada.
Así, se ha utilizado una perforadora horizontal para crear una pequeña canalización bajo una carretera en la que se coloca un tubo especial en el que irá alojado el cable de fibra óptica.
Por otra parte, con una maquinaria especializada se ha creado una microzanja en una de las calles del casco urbano, una abertura de apenas unos centímetros de ancho en la vía pública pero con una profundidad de hasta 60 centímetros por la que irá el cable de fibra debidamente protegido y al que se accederá desde puntos de registro.
Aeoteca ha destacado que “la evolución tecnológica de los últimos años en maquinaria especializada ha hecho que, en la actualidad, el operador local de telecomunicaciones disponga de opciones económicamente viables para tender su red de fibra óptica y salvar obstáculos que en otras épocas fueron un impedimento para llevar la banda ancha a muchas localidades”.
“Vías de tren, autopistas o carreteras, infraestructuras existentes y vitales, pueden ser atravesadas por la fibra óptica mediante estas pequeñas canalizaciones sin que suponga alteración alguna de las mismas”, ha añadido.
Por otra parte, los empresarios han evaluado las posibilidades que ofrece la maquinaria de microzanja, que permite la implantación de redes subterráneas en las zonas de nueva construcción, e incluso para la progresiva desaparición del cable aéreo en aquellos cascos urbanos donde sea posible crear la infraestructura.
