OPINIÓN | De los vetos a los votos

Tras cuatro meses digiriendo votos y alimentando vetos, la falta de acuerdo de los partidos políticos para llegar a un pacto de investidura ha obligado – por primera vez en democracia- a disolver las Cámaras y a repetir los comicios. Volvemos al punto de partida, si bien -y como dice la canción-, ‘nunca el tiempo es perdido’.

Ante la nueva convocatoria del 26 de junio, no hará falta más puesta en escena, ni más atrezzo electoral que la de un repaso a lo que han sido las semanas posteriores al 20-D, donde todas las estrategias y alianzas han pasado por desbancar de la Moncloa al partido que, pese a todas las dificultades -y con el sacrificio de los ciudadanos-, ha devuelto a España el pulso social, laboral y económico que nos homologa con el resto de países avanzados de Europa. Y que, de paso, ganó las elecciones.

Lógicamente, todos quisiéramos más, pero nadie sale de la UCI haciendo el pino puente con salto mortal en el aire y doble tirabuzón. España era un enfermo al borde del rescate hace cuatro años, cuando Mariano Rajoy tomó las riendas del Gobierno de la nación, y es ahora, tras estabilizarlo e ingresarlo en planta, cuando a este país podemos retirarle el suero en vena que mantiene en vilo el sistema público de Protección Social (Sanidad, Educación, prestación por desempleo, pensiones, afiliación a la Seguridad Social…).

Pero falta mucho por hacer, y el peligro acecha si no afianzamos una política que es la única posible hoy en Europa: sostenibilidad económica y empleo para blindar el estado del Bienestar. Y esto es lo que ofrece, porque así lo ha demostrado ya – y en el peor de los escenarios posibles-, el Partido Popular, que ha tenido a su vez que lidiar la batalla de la unidad de España  frente a las andanadas independentistas.

Los españoles tenemos nuevamente la oportunidad de hacer un voto reflexivo y, desde la moderación y la sensatez, pensar en si lo que realmente nos preocupa es el paro y la economía como acaba de constatar el último barómetro postelectoral del CIS, o si es el control del CNI, la supresión de las diputaciones, o ‘las sonrisas del destino’ de las confluencias populistas, lo que en verdad nos quieta el sueño.

Tendremos ocasión, en poco más de 50 de días, de decidir el futuro que queremos para nuestros hijos. Será la fuerza de los votos la que derribe el muro de los vetos (“¿Qué parte del no, no ha entendido Rajoy?”) y abra las puertas al diálogo, los acuerdos y las reformas para España. Nadie entendería otro espectáculo como el de los últimos cuatro meses.

Antonio Serrano, alcalde Peñas de San Pedro y senador autonómico del Partido Popular

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