Luis César: “Vine para tres meses y he estado tres años”

/@NachoLopezAB/

José Miguel Garrido y Víctor Moreno, han acompañado a Luis César Sampedro en su rueda de prensa de despedida del Albacete Balompié.

Ha comenzado Garrido tomando la palabra para dedicar unas palabras de despedida a Luis César y visiblemente emocionado, así se mostraba el presidente albacetista, “Estamos dando una rueda de prensa que nunca hubiéramos querido dar, pero hoy destituimos a un amigo, de un excelente profesional. Es la decisión más difícil que he tenido que tomar desde que llegué al club. La salida de Luis César no es la salida de una persona del club, es mi amigo, ha estado al pie del cañón y si estamos aquí hoy es por él. Su implicación personal ha ido más allá de lo profesional. Me niego a reconocer que en el fútbol no haya memoria y recuerdo como empezamos este proyecto y agradecemos el trabajo de Luis César y no tengo duda de que su trayectoria profesional seguirá adelante. Me toca tomar decisiones por las circunstancias son las que son. Como amigo, le deseo a Luis la mejor de las suertes y que esto no sea un adiós si no un hasta luego”.

Continuaba José Miguel Garrido diciendo que, “Soy una persona coherente y Luis César formaba parte de un proyecto económico y deportivo. Nosotros tenemos una idea desde el principio y los resultados han sido crueles. En el fútbol hay justicia a largo plazo, pero es muy cruel semana a semana. El Albacete Balompié es una familia, somos pocos, así me lo tomo yo y me gusta que haya unión en mi club. Estoy orgulloso de la actitud con la que afrontó el equipo el partido de Zaragoza. El Consejo hace balances y asume responsabilidades, pero ahora toca estar todos unidos porque necesitamos a la afición. Intentamos hacer todas las cosas bien, pero aunque sea cruel e injusto, los resultados son los que dicen si estás haciendo las cosas mal o bien. Al final de temporada haremos balance y cada uno asumiremos nuestra responsabilidad”. “La diferencia con la temporada anterior es que ahora estamos entrando en el tercio definitivo de la liga y el año pasado comenzamos antes la remontada. Estamos donde estamos, no donde queremos estar, pero estoy seguro de que saldremos de ahí abajo. Cuando no hay podredumbre es difícil que un equipo no alcance sus objetivos. Me toca reconocer que las cosas no van bien y me ha tocado tomar decisiones. Es justo reconocer que si un planteamiento no funciona y no hemos obtenido resultados, toca cambiar y reconocer que no hemos conseguido los objetivos deseados”.

“Tengo más de 1.500 empleados y tomo decisiones todos los días porque soy un inversor de control y nunca entro a un sitio si no soy yo el que puede tomar las decisiones. Yo no dirijo de manera absolutista y tengo gente que me acompaña en las decisiones. Soy persona de consensuar decisiones y no me empuja nadie, lo hago por convencimiento. No se puede remar contracorriente y hay que escuchar. En el caso del Alba hay muchas familias que dependen de nuestras decisiones y por eso, se toman de manera consensuada. Mi manera de trabajar es apoyar una decisión cuando se toma porque creo que esa es la manera correcta de afrontar las cosas. No hacemos las cosas de la noche a la mañana, sí le damos discreción y respeto, pero esto no ha sido una decisión tomada en un minuto. Teníamos ciertos límites y llegados esos límites, si no has cambiado el rumbo, toca tomar decisiones. Aquí somos una familia y somos muy conscientes de lo que hacemos. No tomamos decisiones a la ligera. Lo más importante para la familia del Alba es que se mantenga en segunda y nos duela más o menos, tenemos que hacer todo lo que está en nuestras manos para que eso suceda. Luis César fue a Zaragoza a ganar el partido, creo que jugamos un partido muy digno, y el que viera como la plantilla se conjuró… Había un límite y si llegábamos al límite, no podíamos poner otro. El final llega”, sentenció.

Tras el madrileño, llegó el momento de palabra para Luis César y así se despedía el gallego de la que ha sido un afición durante casi tres años, “Hoy es mi última rueda de prensa como entrenador del Alba casi tres años después de mi llegada. Han sido tres años duros y difíciles, con momentos de alegría y de decepción. Solo quiero agradecer a mi presidente su confianza porque siempre me ha defendido y apoyado. Quiero agradecer a los jugadores que he tenido estos tres años porque yo valgo lo que corren y aciertan mis jugadores. Quiero agradecer también al público porque me siento una persona apoyada y querida y los llevaré siempre en el corazón. A pesar de la clasificación, sigo sintiéndome un hombre querido y sé que el Alba se mantendrá en segunda división. El Alba se va a salvar con Ferrando en el banquillo. Soy un hombre de fútbol, ambulante, de paso, no acampo para toda la vida… Un entrenador llega a un club y su salida será porque se vaya o porque lo echen. Ser entrenador es estar sometido a la guillotina de los resultados. Yo aquí he evitado la guillotina varias veces, pero al final no he podido superar la guillotina definitiva. Nunca se sabe y ojalá pueda volver algún día. Yo no soy noticia, la noticia debe ser el equipo”.

“Cuando acaban los partidos trato de buscar porque pierdo y me lo tomo como algo muy personal. Cuando empaté contra el Mirandés no perdimos por el modelo de juego, en Almería tampoco, en Zaragoza tampoco, ante el Oviedo tampoco. Si yo supiese que la forma de jugar era la culpable de perder, hubiese jugado aquí al rugby y no hubiésemos visto rodar el balón por la hierba. Veríamos rugby. País de Gales – Escocia. Eso si estuviese seguro de que lo que fallaba era el modelo de juego. Sé que me he equivocado, no lo dudo. Si el modelo de juego hubiese sido el fallo, hubiésemos jugado al patadón. El sistema de juego no era la metástasis de este equipo. No voy a enumerar aquí las causas de porqué no ha funcionado la cosa. Hemos sufrido cosas muy malas en la segunda vuelta del campeonato, no hemos sido un desastre pero las cosas no han salido y los resultados no han llegado. He tenido muy poca suerte en la segunda vuelta del campeonato. Las cosas no han salido, pero el equipo se va a salvar. Ahora me iré a mi tierra”.

“Me voy triste, pero agradecido. Es una sensación confusa. Mi oficio es este, estar con la maleta en la puerta. Vine para tres meses y he estado tres años. Llegué aquí pensando que estaría solo un rato”.

“No voy a cobrar ninguno de los dos años de la renovación. El club me irá pagando en cómodos plazos y asumibles para el club”, concluía Luis César Sampedro.

 

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