El sobrino del procesado por el asesinato de un hombreen Hellí ha asegurado este jueves que vio el “tortazo” que su tío le dio a la víctima y que abandonó el lugar de los hechos inmediatamente.
Así lo ha declarado en la cuarta jornada del juicio por el asesinato a golpes de un ciudadano ecuatoriano en la madrugada del 4 al 5 de julio de 2014 en el jardín de Los Tamborileros de la localidad hellinera.
El sobrino del procesado ha añadido que se fue del lugar de los hechos a una discoteca de la localidad, a lo que el ministerio fiscal ha declarado que se trata de una declaración llena de “contradicciones” ya que en la declaración ante la policía, y en un primer momento, y ante el juzgado de Hellín, después, dijo haber estado en otros lugares.
En la jornada de este jueves también ha declarado la esposa del acusado, que ha negado ver manchas de sangre en su casa el día de la agresión, pero sí ha declarado que, antes de entrar en prisión, el acusado abrazó a su sobrino y le dijo algo en lengua ‘calé’, el dialecto de las personas de etnia gitana, “como si se quisiera echarle la culpa de algo”.
En la sesión también ha declarado el hermano de la víctima que había visto al fallecido una semana antes y que ha insistido en que estaba “deprimido” por la separación de su mujer.
Por último han declarado los cuatro policías nacionales que llegaron en primer lugar a la escena del crimen. Uno de ellos ha dicho que trató de reanimar a la víctima y ha detallado que tenía una cicatriz en la frente, además de la cara hinchada por golpes. El agente también ha dado a conocer que en la escena había huellas de pisadas en la sangre que se difuminaban conforme se alejaban del cuerpo del fallecido.
El resto de agentes han dado cuenta de su actuación en el lugar de los hechos, que se limitó a proteger la zona para que ningún viandante atravesase la zona.
