/Esther Sotoca/
Este lunes se conocía el importante aumento de las listas de espera de junio a octubre de 2015 en el Hospital Universitario de Albacete, de forma que ahora los pacientes albaceteños tienen que esperar una media de 21 días más para ser operados mientras que en siete servicios de consultas externas aumenta el tiempo de espera.
José María Samaniego, vocal en Albacete del Sindicato Médico de Castilla-La Mancha, cree que el aumento se debe a que “a los gerentes de los hospitales los acaban de nombrar, desde que acabaron las elecciones ha habido unos meses que se ha funcionado por inercia”. Además, señala que “el PSOE asegura que no va a continuar con la política de recortes, pero hasta que se publique el decreto, lo hagas, se convoquen las plazas y se haga la oposición, pasan unos meses que siguen habiendo los mismo médicos que había y la lista de espera sigue aumentando”.
Samaniego explica que desde el Sindicato Médico la principal reivindicación es que se aumente el personal, ya que asegura que con los recortes no se repusieron las jubilaciones y con el despido se despidió a los interinos, lo que hizo que desaparecieran 900 plazas en Castilla-La Mancha, aunque considera que nunca ha habido la cantidad de gente suficiente para eliminar la lista de espera, por lo que se ha ido cronificando desde que no se cubren las plazas. Esto ha llevado a un aumento según el médico, que opina que si se aumentara la plantilla cubriendo esos puestos, todavía serían necesarios más médicos para que no hubiera listas de espera. Así, también propone que “como por la tarde necesito una serie de médicos se contrate a médicos jóvenes perfectamente formados, que se están yendo al extranjero, y que haya un equipo por la mañana y otro por la tarde”.
Otras opciones que podrían barajar para acabar con las listas de espera según Samaniego es que aquellos que trabajan por las mañanas, también trabajarán por la tarde pagando unas extras, pero indica que “eso está políticamente muy mal visto y no parece correcto”; o concertando con la medicina privada “donde se hacen unas exigencias que no se le hacen al médico público”, afirma el médico.
Así, asegura que para poder conseguir la reducción es fundamental que “la empresa pública debería mejorar su rendimiento y su productividad, lo que sería posible con mejor organización y mejor gestión”.
Samaniego recuerda que la medicina ha avanzado mucho, lo que ha permitido mejorar los diagnósticos y que aumente la esperanza de vida, pero conlleva un coste que indica que “hay que pagar, puede ser con el copago, con los impuestos o que cuando se use se page”. En este sentido destaca que antes se invertía en Sanidad un 6,3% del PIB mientras que ahora se dedica un 5,9%, una inversión muy por debajo de otros países europeos y que está haciendo mella en la sanidad pública.
