/Esther Sotoca/Fotos: Pilar Felipe/
Son muchos los terrenos y ámbitos en los que las personas más sobresalientes se convierten en los mejores embajadores para pasear el nombre de su tierra natal por España y el mundo, aunque especialmente visible son todos aquellos que tienen que ver con el arte, la música, la televisión o el cine. Albacete pude presumir de tener grandes artistas en estos terrenos, por eso son muchos los jóvenes albaceteños que luchan por coger ese testigo. Ese es el caso de Héctor Monsalve, un joven cineasta de 27 años de la tierra que poco a poco está consiguiendo que cada vez su nombre se conozca más entre los profesionales del cine.
El último paso lo ha dado de la mano del cortometraje ‘Menchu, Mamen y un despido improcedente’, que el próximo lunes se presentará en la Filmoteca en el marco de Abycine, lo que ha supuesto una “gran noticia” para el director. Este corto cuenta la historia de dos mujeres de cuarenta y pico años que durante varios años han trabajado en un supermercado pero de un día para otro las despiden, lo que afrontan de una manera un poco desesperada y peligrosa. “El punto de partida es el problema que a día de hoy sufren muchas personas, pero la solución que ellas toman espero que la gente normal no lo haga”, afirma Monsalve. Un reflejo de la sociedad general, pero con mucho sabor albaceteño, no solo el director es de Albacete, también lo ha sido el equipo de trabajo y el escenario, ya que todas las localizaciones están grabadas en la capital.
Este es el cuarto cortometraje de Héctor Monsalve, el tercero con su socio en la productora de ambos, SurrealistaFicticio Producciones, aunque creen que este es “el más redondo” por lo que “estamos poniendo todo nuestro empeño para moverlo por todos los festivales que sean posibles”. Sí tiene en común el género a los anteriores, a medio camino entre el drama y la comedia, y donde el joven albaceteño se encuentra muy cómodo, ya que explica que “de una situación dramática he sacado la parte cómica”.
Su afición al cine comenzó cuando solo era un niño y sus padres que eran actores de teatro siempre lo llevaban a sus funciones, por lo que no es de extrañar que en sus primeros años le llamara más la atención la interpretación, aunque con el paso del tiempo “me fue tirando más el estar detrás de la cámara”. Una atracción que se convirtió en una profesión y llegó el momento de formarse para ello. El albaceteño ha cursado sus estudios en Madrid en la Escuela de Cine ‘Metrópolis’, en la que han estudiado grande profesionales como Alejandro Amenábar o Santiago Segura, entre otros. Para él además de la formación también es muy importante la experiencia porque asegura que “por mucha formación que tengas hasta que no se empieza a trabajar no se completa. A día de hoy sigo formándome haciendo cursos de todo como montaje o guion, cualquier cuso relacionado es válido”.
Actualmente Héctor compagina su faceta de director de cine con otros trabajos y por eso tiene muy claro su sueño: “poder vivir del cine, no es que me quiera hacer millonario, solo quiero poder trabajar en mi profesión sin tener que compaginarlo con otros trabajos”. Para ello no se queda de brazos cruzados y pronto comenzará a grabar su quinto corto, aunque son muchas las ideas que tiene en la cabeza, entre ellas poder grabar un largometraje. Reconoce que es un mundo complicado porque hay menos subvenciones para cortos o películas que hace unos años, sin embargo señala que las redes sociales han abierto mucho la capacidad que se tiene para publicitarse, y explica que “ahora subes tu trabajo a una red social y son muchos los que lo pueden ver, consiguiendo el éxito y que tu nombre empiece a ser conocido en los ambientes del cine, lo que luego te puede facilitar trabajar en una película o en otro tipo de cosas”.
Sus influencias de directores actuales en este camino que recién acaba de comenzar son principalmente Almodóvar, Michael Haneke, John Worl y Tarantino, mientras que si tuviera que elegir a alguna actriz que protagonizara su película la primera sería Verónica Forqué, aunque también pensaría en Carmen Maura y Maribel Verdú.
Héctor Monsalve tiene claro cuál es su sueño, por eso no pierde el tiempo para luchar en conseguirlo y algún día poder ser un gran embajador del nombre de Albacete, lo que está consiguiendo poco a poco pero con pasos muy firmes.
