/Gómez/
Escribir sobre The Waterboys es hacerlo sobre los grandes. Una de esas bandas que han pasado a la historia del rock. Un combo conocedor de que sus canciones – sobre todo las de los 80’s – están grabadas a fuego en la memoria de millones de personas a lo ancho del planeta, y que su huella quedará para la posteridad. Así que bien podemos afirmar que nos encontramos ante una ocasión única y especial en nuestra ciudad, y es que Albacete acoge el próximo día 17 en la carpa Viva la Feria el concierto de la banda del escocés Mike Scott para deleite de todo aficionado al rock.
The Waterboys se fundaron en 1983, escogieron su nombre como homenaje a Lou Reed – ya que en su disco “Berlin” la canción “The Kids” recitaba tal que así: “I am the water boy” – y ya por aquel entonces se vislumbraba el carisma y liderazgo de su vocalista, el gran Mike Scott. Éste, formado más tarde en literatura inglesa y filosofía, venía de demostrar su amor por el rock desde la más tierna adolescencia, y es que en aquella época se dedicaba a publicar un fanzine llamado “Jungleland” en honor a otro de sus referentes, Bruce Springsteen.
Con estos datos podemos observar parte del cóctel de influencias que agitaría y explotaría la banda desde su disco debut. En el (“The Waterboys” 1983) cabían retazos de música Folk – desde The Chiftains o The Incredible String Band hasta Fairport Convention -, melodías genuinas de The Beatles para acercarse al pop, el punto macarra del punk que destilaban The Clash, la sobriedad country de Hank Williams, el mensaje de cantautores tipo Bob Dylan o Donovan y, por supuesto, el rock de estandartes de la talla de Springsteen, Neil Young o Patti Smith.
Un año después de debutar con el disco homónimo publicarían “A pagan place”, su segundo larga duración y con el que asentarían las buenas sensaciones que habían desprendido hasta la fecha. Pero el momento de la explosión vendría en 1985; su tercera entrega “This is the sea” coparía los charts de medio mundo gracias a himnos de la talla de “The Whole of the Moon”, “Don’t bang the drum” o “The pan within”. A partir de entonces pasarían al estatus de estrellas, una consideración que no abandonarían jamás, fuese cual fuese el número de copias vendidas en sus siguientes trabajos.
El boom y la fama todavía aumentarían gracias a su cuarto lp, y es que “Fisherman’s Blues” pasa por ser su álbum mas reconocido y el que contiene – quizá – su tema por excelencia, que no es otro que el que da título al disco. Tras el arrollador cuarto álbum de estudio las ventas comenzaron a bajar y su travesía por los años 90’s, así como el nuevo siglo, no ha sido justa con ellos. De todos modos, es de recibo señalar que su última apuesta “Modern Blues”, la cual data de este 2015, es serio candidato a estar entre los mejores discos del año en el panorama internacional. De hecho la gira que los trae a Albacete es la de presentación del mismo y en la que conjugan su último trabajo con esos temas clásicos que todos deberíamos escuchar en vivo al menos una vez en la vida.
Si en 2012 estuvisteis presentes en el palacio de congresos ciudad de Albacete sabéis que es una cita obligada, sin embargo si por cualquier razón que no alcanzo a entender decidisteis no asistir, esta es la ocasión que no debéis dejar escapar, pues de no ser así, estoy convencido de que os arrepentiréis.