/Conchi Ruescas/ Fotos: Pilar Felipe/
Llegamos a la Mercería Feria a las 9:30 horas, media hora antes de que abran las puertas al público, y ya hay gente en la calle esperando. “Ayer acabamos a las mil y llevamos ya un mes que ni nos vamos a comer” nos dice Josefa Contreras, quien nos explica que “hay que aprovechar el tirón porque esto no es todo el año”. Y es que estos días de feria generan entre el 50 y el 60 por ciento del volumen del negocio de todo el año.
Desde mediados del mes de agosto comienza la actividad frenética en este comercio albaceteño, que lleva ocho años proporcionando telas, hilos, lanas y trajes regionales, entre otros artículos, a sus clientes. Aquí encontramos el traje típico de Albacete que es el que se usó en los siglos XVIII y XIX y que fue rescatado en el siglo XX para actos solemnes. “Es el que siempre se ha llevado, luego empezaron a bordar los de serrana que ahora se llevan más. El de espigadora también tiene mucho éxito porque es un traje que es muy baratico” manifiesta Josefa Contreras.
Adaptaciones modernas al traje manchego
“Luego salieron las minifaldas que, aunque no es el traje típico, han salido de moda. Las crías vienen, se gastan quince euros en su falda y se van tan contentas, y la llevan toda la feria” declara. Y es que la crisis, según comenta la propietaria de la mercería, también ha han notado, “la gente con la crisis se piensa el comprar el traje regional”.
Pero aunque la crisis y el calor han influido, reconoce Pilar Ibáñez de Confecciones Ibáñez “la gente sabe cuando se los tiene que poner, en los actos como la Ofrenda de Flores o la Cabalgata la gente tiene que ir con sus trajes regionales típicos, otra cosa es que cuando te vas de cenas con los amigos, te vas de mojitos, a pasear por la feria, entonces por la calle te pegas un toque manchego con otra cosa más graciosa, pero en los actos oficiales hay que ir vestido con el los traje típico de la ciudad”. Para este comercio albaceteño, en el que venden todos los trajes regionales de Albacete y provincia, desde manchega, espigadora y serrana, también son “días de mucho ajetreo, con muchísimo movimiento”.
Además de los trajes manchegos, en Ibáñez podemos encontrar zapatillas, más de 500 pares llegaron a vender en la Feria de 2014, las faldas, camisetas y demás complementos que actualmente están utilizando las peñas: “minifaldas, camisetas con la imagen de la manchega que es patente nuestra y que es el toque manchego del diario de la feria”. Pilar habla de una camiseta negra de algodón “buena” que es impresa a láser y que cuesta 15 euros.
Imaginación para vestirse con prendas manchegas
También camisetas con la imagen de la manchega, bolsos a 18 euros con la misma tela que los refajos “y que están todos vendidos”, lacitos, coleteros para ir a juego con tela de espigadora, de tela manchega… ofrecen en la Mercería Feria. “La crisis ha despertado mucho la imaginación para sacar cosicas que no son caras” asegura Josefa. En el caso de las minifaldas, el año pasado llegaron a vender unas 500, siempre las han comprado chicas jóvenes pero “este año las hemos tenido que alargar para mujeres de mediana edad y también este año las chicas nos han pedido los pantalones que hes hacemos a los chicos”.
Variedad en los precios
Si nos interesamos por los precios de los trajes, el de hombre cuesta unos 130 euros mientras que el traje manchego de mujer lo encontramos a partir de 450 euros en adelante, según nos comenta Josefa Contreras.
En cuanto al de espigadora, su precio es de 60 euros completo y de unos 600 euros el de serrana “aunque según la cantidad de bordado que lleve así vale y según las calidades que les pongas en los corpiños, en el delantal y demás” afirma Pilar Ibáñez.
Anécdotas y prisas de última hora
Estos días son de mucho ajetreo en estos comercios porque “en Albacete hay mucha tradición en vestirse”. De hecho, en la Mercería Feria hacen tallas desde recién nacido y estos días han recibido la visita de un hombre que va a ser abuelo. Su hija está embarazada y tiene la cesárea programada para el 13 de septiembre, “ha pedido un traje de espigadora para su nieta porque la quieren sacar del hospital vestida” relata Josefa.
Las prisas también son protagonistas estos días “porque lo dejamos todo para última hora”. Eso le ha ocurrido esta misma mañana a un joven que ha entrado a Confecciones Ibáñez, “el chico trabaja en un bar y van a ir todos vestidos con las bermudas, ha venido porque la bermuda no le venía, y esta tarde abre y que hacérsela”.