Durante toda la tarde/noche del sábado y la mañana del domingo son numerosos los comentarios de asistentes al concierto de Pablo Alborán y Alejandro Sanz, junto a María Rozalén, en los que muestran su descontento con varios aspectos de la organización.
Las quejas más comunes son las referidas a las largas colas que hicieron que muchos asistentes no pudieran disfrutar de la actuación completa de María Rozalén, la primera en abrir una noche llena de música.
Otro aspecto que ha suscitado numerosas críticas es el hecho de que en la entrada no se permitiera a algunos asistentes el acceso con paraguas o incluso, según testimonios, el de comida y bebida.