En Albacete capital existen alrededor de 50 pisos donde se ejerce la prostitución

/Llanos Esmeralda García/

  • Muchas de estas casas todavía hoy se anuncian en prensa o en internet donde ofrecen sus servicios por 20,30 ó 50 euros por media hora y 80 ó 100 euros por una hora

  • La prostitución en sí misma, como ejercicio de venta del cuerpo en sí, no es delito

  • Sí son delitos de prostitución aquellos que utilizan a menores, de forma forzada o coaccionada en mayores de edad así como aquellos que se lucran de que otra persona ejerza la prostitución

  • En la actualidad no existen estudios oficiales que contabilicen cuántas personas son prostitutas en Albacete, aunque todo apunta, y según confirma el Comisario Jefe de la Policía Nacional en Albacete, José Francisco Roldán, la mayoría de ellas “son extranjeras” y que ejercen por necesidad. Aunque también hay mujeres españolas.

  • Desde la Policía Nacional mandan un mensaje a los potenciales clientes puesto que ellos son, a veces, los que detectan lo que ocurre con algunas mujeres “con su silencio están colaborando en que se alarguen los comportamientos ilegales y las coacciones”

  • En esas casas o pisos la policía persigue que no hayan mujeres menores o incapaces, extranjeras irregulares o personas coaccionadas

En el mundo de la prostitución no está todo prohibido, no es todo ilegal, ilegal como tal son algunos comportamientos. Y es que la prostitución en sí misma como ejercicio de venta del cuerpo en sí no es delito, “la prostitución como tal no está perseguida, el ser prostituta no es ningún delito”, especifica el jefe provincial de la Comisaría del Cuerpo Nacional de Policía de Albacete, José Francisco Roldán. Ahora, bien es cierto que la nueva Ley de Seguridad Ciudadana establece que el disfrute de la prostitución en zonas de tránsito público, cerca de lugares destinados a su uso por menores o en zonas que pueda generar un riesgo para la seguridad vial se puede multar pero siempre a nivel de infracción administrativa, así como a aquel que busca los servicios sexuales en lugares públicos. En la actualidad no existen estudios oficiales que contabilicen cuántas personas son prostitutas en Albacete, aunque todo apunta, y según confirma Roldán, a que la mayoría de ellas “son extranjeras” y que ejercen por necesidad.

La libre prostitución no está recogida en el Código Penal, pero el código establece que sí son delitos de prostitución aquellos que utilizan a menores, de forma forzada o coaccionada en mayores de edad así como aquellos que se lucran de que otra persona ejerza la prostitución, “inducir, provocar o coaccionar a alguien para que se prostituya es delito, el proxeneta que obliga a otra persona o aquel que trafica con mujeres o con seres humanos en general con vistas a la prostitución será delito”, especifica Roldán.  Pese a que ejercer la prostitución libremente no está penado, los municipios tienen la capacidad de regularla en sus calles a través de las ordenanzas cívicas como la modificación de la Ordenanza Cívica de la ciudad de Albacete, que supuso a mediados de 2012 la prohibición hasta ahora de la práctica de la prostitución en la vía pública.

La Policía Nacional ha contabilizado entre 50 y 55 casas en la ciudad donde se ejerce la prostitución. En esas casas o pisos la policía persigue que no hayan mujeres menores o incapaces, extranjeras irregulares o personas coaccionadas “nos preocupa la actividad de extranjeras que están ilegales en España y que pueden venir coaccionadas. Este control lo ejerce la Brigada de Extranjería donde prima la protección a la mujer”. Un mundo que se convierte en un negocio de pequeños núcleos de viviendas con dos, tres, o cuatro mujeres que reciben a clientes en casa.

Evolución

Y es que la historia de dónde ejercer la prostitución en Albacete ha evolucionado con los años. Antes existían establecimientos de hostelería que se abrían generalmente de noche, donde la inmensa mayoría de mujeres que ejercían eran españolas y que con el tiempo pasó a locales sueltos en la ciudad, momento que  surgió el emporio de la carretera de Jaén, kilómetro 3. Pero, poco a poco, estos establecimientos abrían más temprano con lo que al mismo tiempo se camuflaba a las mujeres en el trabajo de camareras, momento en el que el auge de las casas de citas tomaba importancia puesto que el hombre se camuflaba para que no fuera visto en este tipo de bares, atrás queda el conocido barrio Chino de Albacete por la prostitución. “De un tiempo a esta parte los bares se van quedando reducidos y surge la prostitución de carácter autónomo”, detalla Roldán, en el que una chica ejerce la prostitución “adapta la casa, bien comparte la vivienda con otras o sencillamente alquila habitaciones. Un negocio de pisos y casas generalmente de origen extranjero, y que ejercen una actividad que no está reglada, sino que es clandestina”.

Muchas de estas casas todavía hoy se anuncian en prensa o en internet donde ofrecen sus servicios por 20,30 o 50 euros por media hora o por horas; incluso los contactos de líneas eróticas terminan en estos pisos, aunque en este caso la mayoría de las veces se trata de tener al otro al teléfono para que corra el contador.  El perfil del cliente varía mucho, pero en la mayoría de los casos, son hombres separados, viudos, divorciados con dinero. Desde la Policía Nacional quieren mandar un mensaje a los potenciales clientes puesto que ellos son, a veces, los que detectan y saben de lo que ocurre con algunas mujeres “con su silencio están colaborando en que se alarguen los comportamientos ilegales y las coacciones”, insiste Roldán, en estos casos se trata a estas mujeres como mercancía, todos deben de saber que ellas tienen capacidad y libertad para hacer lo que consideren.

En este mundo de la prostitución existe además una «competencia desleal», no sólo existe prostitución en casas y bares, sino que también se dan casos “donde la mujer se ofrece a clientes en bares o discotecas”, detalla Roldán, y cuando consigue su objetivo “le indica al hombre, que piensa que ha ligado, el precio del servicio”.

Una realidad que refleja mucho la novela negra y que recoge también las series de televisión y las películas. En Albacete existe una leyenda urbana que relata que existía una casa de citas, antiguamente, justo al lado de donde se ubica los Invasores, y se dice que a esa casa de citas iba mucha gente. Una casa donde las mujeres que acudían a trabajar, en algunos casos, eran bien casadas y que decían iban a comprar cuando en realidad acudían a ejercer la prostitución, en ese lugar la dueña buscaba el perfil adecuado de esa mujer para el cliente.

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