En lo que llevamos de año, así como ocurría en 2013, no se ha notificado ningún brote de Toxinfección alimentaria (TIA) por contra, se registraron cinco brotes en 2014, según el SESCAM
Uno de los peligros más importantes de la época estival son las altas temperaturas y la humedad que se registra, tanto de día como de noche, por ello no es raro que ocurran las conocidas intoxicaciones alimentarias. Ambos factores permiten que florezcan estas intoxicaciones que hacen según la doctora, médico de familia, Mª Julia Hernández, “que se rompa la cadena de conservación de los alimentos con el debido aumento de bacterias”, quien señala además que “el sabor de los mismos es normal, sólo se encuentran contaminados por microorganismos que pueden ser muy agresivos y que hacen que el cuerpo los rechace”.
Entre los productos alimenticios que hacen que prolifere en mayor grado una intoxicación alimentaria destacan los huevos, las mayonesas y salsas, pescados o tartas que “por su delicadeza requieren unas condiciones térmicas rigurosas para su correcta conservación”, explica la doctora, por eso añade “hay que tener especial cuidado también con las comidas al aire libre”.
Cabe destacar que en lo que llevamos de año, así como ocurría en 2013, no se ha notificado ningún brote de Toxinfección alimentaria (TIA), según han detallado a El Digital de Albacete fuentes del SESCAM. Por contra, sí que se registraron un total de cinco brotes de TIA en 2014, en estos casos, dos requirieron hospitalización. Respecto a los ámbitos de presentación se produjeron cuatro en restauración y uno en el familiar. Y en cuanto a la etiología del TIA no se identificó el agente en uno de ellos, lo que supone el 20%. De los restantes, en uno se aisló Bacillus Cereus y en otro Staphylococcus aureus; sólo se identificó Salmonella Enterítidis en uno de los brotes, el 20%. Los factores que contribuyeron a la aparición de los brotes de TIA en esos cinco casos fueron: Refrigeración insuficiente o conservación a temperatura ambiente, preparación de alimento mayor de 24 horas, cocción deficiente, consumo de alimento crudo contaminado, manipuladores de alimentos y/o contaminación cruzada. Las mismas fuentes aseguran que hay que tener en cuenta que en un mismo brote coexisten muchas veces más de un factor contribuyente. Estas cifras especifican, según la doctora Hernández, que “los alimentos pueden contaminarse tanto en el proceso de preparación, almacenamiento o manipulación” por ejemplo ha dicho con “el agua con la que se riega los alimentos o incluso las tablas de cortar de la cocina”.
Síntomas
La aparición de los síntomas según explica la médico de familia “es brusca y el curso de la enfermedad es corta y espontánea” y en cuanto a la curación de la intoxicación se realiza con medidas de control adecuadas como la buena hidratación y el descanso, realizar una dieta estricta, sin la ingesta de ningún alimento durante 12-24 horas. En los siguientes días, explica Hernández, “se debe introducir una dieta blanda evitando los lácteos”. En ocasiones, “si es más severa necesita la administración de medicamentos y líquidos por vía endovenosa que se practica en los centros sanitarios”. En cuanto a los síntomas más comunes que pueden aparecer son los vómitos o diarrea, “originados por la necesidad del aparato digestivo de rechazar el alimento en mal estado”, especifica la doctora.
Hay que tener especial cuidado en los casos en los que aparezca una intoxicación alimentaria en los grupos de riesgo como menores, ancianos o pacientes inmuno-deprimidos, “donde la posibilidad de deshidratación aumenta”, detalla la doctora, e incluso aquellos que ahora con las vacaciones decidan viajar a países tropicales “deben de tener cuidado con lo que comen y beban así como andar provisto de medicamentos ante el riesgo de una intoxicación”.
Para evitar la intoxicación por la ingesta de alimentos, especifica la médico de familia, es necesario seguir una serie de pautas preventivas, como “el mantenimiento refrigerado de los alimentos perecederos, su manipulación con una correcta higiene en la cocina y sobre todo cocinar huevos, carnes y pescados”. Sencillas rutinas diarias que de ternerlas en cuenta las comidas de verano serán saludables al 100%.
