/Texto: Llanos Esmeralda García // Fotos: IGN/
El pasado sábado, a las 20.42 horas, se produjo un movimiento sísmico de 2,7 grados en la localidad albaceteña de Munera según ha detallado a El Digital de Albacete, Emilio Carreño, director de la Red Sísmica del Instituto Geográfico Nacional. Un terremoto que según detalla Carreño ha sido “muy pequeño” del que el Instituto Geográfico Nacional ha tenido constancia que se sintiera en la localidad de El Bonillo, “todavía no podemos determinar la intensidad del terremoto porque existe poca información”.
Lo que si se conoce es que el epicentro se localizó al oeste de Munera, muy próximo a Sotuélamos con una profundidad de 20 kilómetros, “para nosotros es relativamente superficial”, ha detallado Carreño, “mantenemos todavía allí estaciones sísmicas provisionalmente en el campo para caracterizar mejor cuáles son las fallas que pueden estar produciendo estos terremotos”. Unos estudios que desde el Instituto Geográfico Nacional apuestan para definir bien geológicamente la zona ya que han asegurado que “se trata de una zona donde hay muy poca actividad, hay muy poca información y por eso ha habido durante varios meses estaciones sísmicas de un grupo del Consejo de Investigación Científica de Barcelona que junto con las nuestras están analizando los datos para ver si hay asociada alguna falla en la zona, que actualmente desconocemos”.
Unos movimientos de tierra que Carreño ha insistido “no nos preocupa en exceso”, porque por lo que han estudiado “no se tienen indicios de que haya ninguna estructura capaz de producir un terremoto grande, son de este tipo los terremotos que se esperan”.
Y es que la localidad de Munera ya sufrió otro movimiento sísmico de 5,2 grados el pasado 23 de febrero, se pudo sentir en toda la zona centro peninsular, sin provocar daños.
