El Juzgado de lo Penal número 2 de Albacete ha condenado a dos años de cárcel a un joven por considerarlo culpable de un delito continuado de daños y otro de quebrantamiento de medida cautelar, hechos por los que tendrá que pagar una indemnización de 3.702 euros.
La sentencia, a la que ha tenido acceso El Digital de Albacete, recoge que el acusado, sobre el que había medidas cautelares para que no se acercara a su expareja por varios delitos de violencia, maltrato y amenazas, desobedeció el mandato judicial y, sobre las 04.30 horas del 11 de octubre de 2014, se personó en el domicilio de su expareja sentimental.
Cuando el acusado empezó a llamar insistentemente al timbre de la víctima, ésta lo vio por la mirilla y llamó a la Policía, pero éste se fue antes de que los agentes llegaran. Sin embargo, volvió cuando se marcharon y le dijo a su exnovia, a través de la puerta, “Éstos son unos gilipollas, qué pasa, que estás con un tío, que estás con un tío”, y se marchó definitivamente.
Días más tarde, el 18 de octubre, sobre las 04.00 horas, se personó nuevamente en el domicilio de su excompañera sentimental, entró en el garaje del inmueble y prendió fuego al vehículo de ésta. Lo hizo mediante la aplicación directa de llama sobre una cuerda de plástico que previamente había introducido a través de la rejilla existente sobre el capó delantero del vehículo.
De esta forma, consiguió propagar el fuego a las partes de plástico, cableado y poleas del motor, elementos que resultaron afectados por la llama, aunque pudo ser sofocado por la rápida intervención de los vecinos. El incendio causó daños pericialmente valorados en 1.760,42 euros.
Al día siguiente y a la misma hora, volvió de nuevo al edificio de su exnovia y penetró nuevamente en el garaje para prender fuego otra vez sobre el coche de ésta. En esta ocasión, el incendio se propagó al interior del vehículo y tuvieron que intervenir agentes del Cuerpo Nacional de Policía y del Cuerpo de Bomberos para sofocarlo.
Como consecuencia del incendio, sufrieron datos tanto el coche de la víctima, como el garaje del edificio, que afectaron a la pintura de techo y columnas, así como al suelo de la plaza de garaje donde se estacionaba el vehículo siniestrado.
