/Conchi Ruescas/
La Asociación de Peñas de Tamborileros de Hellín cuenta los días para Miércoles Santo. Tras el intento fallido de 2008, el colectivo espera conseguir este año que la Tamborada de Hellín sea declarada la más numerosa del mundo. Se trata de un reto que el nuevo presidente de la asociación, Fernando Picornell, quiere llevar a cabo. “Puede ser una ocasión histórica para la ciudad por lo que los miembros de la Junta estamos muy ilusionados”, ha dicho Picornell.
En el primer intento, Guinness no aceptó las pruebas aportadas, fotografías aéreas y la declaración de la Policía Local que aseguraba que se habían concentrado unos once mil tamborileros tocando el tambor al mismo tiempo. Aunque, según el presidente de la asociación, “el record si se consiguió de manera simbólica”. Actualmente el record lo ostenta la ciudad de Hong Kong con 10.044 tamborileros.
La cita será Miércoles Santo a las 17:00 horas en el Jardín Martínez Parras conocido como “Jardín de los Tamborileros”. Los personas que deseen participar deberán rellenar la tarjeta de inscripción, la Asociación de Peñas repartirá veinte mil tarjetas previamente, y llevar la indumentaria tradicional de la Tamborada de Hellín. Es decir, ir ataviados con la túnica negra y pañuelo así como con el tambor y sus correspondientes palillos.
Para llevar a cabo el objetivo, se instalarán varias urnas en mesas, vigiladas por miembros de la organización y por cámaras estáticas, en el recinto situado en el Jardín de los Tamborileros, calle Sol y alrededores. A cada tamborilero que participe, y que introduzca la tarjeta de inscripción debidamente cumplimentada con sus datos personales, la organización le hará entrega de una pegatina. El presidente de la Asociación de Peñas ha explicado que “se van a contabilizar las pegatinas. Las entregadas se van a restar a las quince mil que vamos a preparar para saber las que se han repartido. De esta manera, sabremos los tamborileros que han participado”. Los tamborileros tendrán que permanecer en el recinto hasta las 17:30 horas.
Para que se tenga en cuenta el record, ha manifestado Picornell, se deberá comenzar a tocar al mismo tiempo “el racataplá, uno de los toques tradicionales hellineros”, siguiendo las instrucciones en pantallas gigantes del director de la Unión Musical Santa Cecilia de Hellín, Javier Cobos.
Además, varias pantallas con cronómetros de cuenta atrás ayudarán a coordinar el comienzo y el final. “La primera cuenta atrás será para comenzar un silencio de tambores, cuando llegue a cero hay que conseguir que todos los participantes guarden silencio durante veinte segundos. Entonces, todo el mundo deberá comenzar a tocar el racataplá durante tres minutos, que es el tiempo estipulado por Guinnes”, ha puntualizado.
La alemana Eva Norroy, jueza designada por Guinnes, viajará hasta la ciudad para testificar si Hellín consigue hacerse con el record. “Es una apuesta muy arriesgada”, dice Picornell por lo que anima a todos los hellineros a participar ya que “esperamos conseguir el reconocimiento internacional porque es un galardón que muy pocas ciudades o pueblos pueden tener”. Y es que “Hellín puede competir a nivel mundial con otras culturas, con otros continentes”.
La Asociación de Peñas de Tamborileros cuenta con un presupuesto de entre doce mil y catorce mil euros, gracias a la participación de empresas privadas. El acto también va a contar con la colaboración de Cruz Roja y Protección Civil.
El origen de las Tamboradas de Hellín, declaradas de Interés Turístico Internacional, se remonta a las celebraciones de los desfiles penitenciales del siglo XVIII. A la cabeza, nazarenos con tambores en hileras hasta el año 1876 cuando se produce la escisión definitiva. En la actualidad es un rito donde impera la participación, la integración, la convivencia y la hospitalidad entre más de veinte mil tamborileros.
