Condenan a cinco años de cárcel al agresor de una joven de 22 años en La Roda

  El juzgado de lo Penal número 1 de Albacete ha condenado a joven a cinco años de cárcel y nueve de prohibición de aproximarse o contactar con su víctima, a la que deberá indemnizar en 10.750 euros, y a una multa de 360 euros al considerarlo autor de un delito de agresión sexual y una falta de lesiones.

   En la sentencia, a la que ha tenido acceso Europa Press, se recoge como hechos probados que el 7 de julio de 2013, el acusado, mayor de edad, de nacionalidad rumana y sin antecedentes penales, se encontraba en el portal de una vivienda en La Roda (Albacete), cuando llegó la víctima, una joven de 22 años.

   Ésta, que se dirigía a dormir a casa de un amigo que vivía en el referido inmueble, le dio la espalda al acusado para llamar al telefonillo, y el acusado se abalanzó sobre ella por detrás y, agarrándola del cuello, la tiró al suelo y se colocó encima de ella para inmovilizarla.

   Una vez inmovilizada en el suelo, y puesto que la joven gritó pidiendo ayuda, el acusado le golpeó la cabeza contra el suelo en varias ocasiones, a la vez que le tapaba la boca para evitar que gritara y le decía que si gritaba la iba a matar.

   Entonces, el acusado le rompió la camiseta y le apartó el resto de ropa y comenzó a manosearla, mientras la víctima intentaba coger el teléfono móvil, que se le había caído al suelo, para pedir auxilio, lo que el acusado impidió, propinándole varios puñetazos en la cara.

   Finalmente, el acusado cogió a la joven con un brazo por el cuello y con el otro del cuerpo, y arrastrándola logró sacarla del portal para llevársela del lugar, pero fue entonces sorprendido por dos vecinos del inmueble, que se dirigían a su domicilio, y oyeron los gritos de la víctima.

   Al aproximarse, la chica reconoció a una de las personas y gritó su nombre, ante lo cual el acusado la soltó y abandonó el lugar.

   A consecuencia de los hechos, la víctima sufrió lesiones, contusiones en la cabeza y cara y arañazos en el cuerpo, y estuvo 90 días de baja, además de haberle quedado como secuela estrés postraumático. El acusado está en prisión por estos hechos desde el 11 de octubre de 2013.

 

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