La exposición de los niños a tóxicos ambientales puede provocar déficit de atención, hiperactividad o pubertad precoz

La exposición de los niños a tóxicos ambientales puede provocar déficit de atención, hiperactividad, dificultades de aprendizaje, obesidad, asma, alergias o pubertad precoz, según ha informado la Fundación Vivo Sano con motivo de la puesta en marcha de la iniciativa ‘Salud ambiental en la escuela’.

Se trata de un programa educativo dirigido a alumnos de primaria y, de hecho, el próximo mes de enero más de 1.500 escolares lo realizarán. Además, unas 150 personas se han presentado como formadores voluntarios. Así, y a través de divertidos talleres prácticos, los niños aprenderán qué factores de riesgo pueden encontrar en su entorno diario, cómo pueden afectar a su salud y cómo reducir su influencia con sencillas medidas prácticas.

Para ello, se ha diseñado un juego de detectives en el que los alumnos, guiados por un monitor con formación en salud ambiental y mediante un juego de indicios, se agruparán en patrullas para identificar a los sospechosos (los tóxicos), seguirles la pista, abrirles un expediente policial, recoger pruebas y buscar posibles soluciones. Así, dentro de la dinámica del juego se incluyen actividades como hacer un ambientador natural, construir un juguete dinámico con materiales reciclados, etc.

Además, se han diseñado tres talleres de una hora cada uno, que se desarrollarán en el aula a lo largo de tres semanas consecutivas. Entre taller y taller, los alumnos deberán realizar dos actividades en casa para relacionar lo aprendido en el aula con su realidad cotidiana. Estos talleres para niños son uno de los pilares del programa educativo, junto con la formación para profesores y la documentación e información para padres.

Los materiales de estos tres apartados se han reunido en una página web, ‘saludambientalenlaescuela.org’, donde hay una zona de intercambio y puesta en común para padres y profesores, un programa práctico de reducción de tóxicos en el hogar, otras propuestas de actividades e información exhaustiva sobre diversos aspectos relacionados con los tóxicos ambientales y posibles alternativas. Todo el material de la web está disponible para cualquier persona interesada o centro educativo.

Por otra parte, el programa, totalmente gratuito, incluye un curso ‘on line’ para formadores, que se completa con unas jornadas prácticas presenciales impartidas por expertos en la materia. En este curso pueden inscribirse tanto los profesores de los centros educativos interesados en participar ‘Salud ambiental en la escuela’, como cualquier otra persona que quiera formarse para impartir los talleres.

Otra alternativa es que los centros educativos soliciten un formador de la propia Fundación para poner en marcha este programa educativo en sus aulas. Por último, existe la opción de que cualquier colegio o educador se descargue todos los materiales de la web y organice las actividades en clase de forma autónoma.

LOS NIÑOS PUEDEN CONCIENCIAR A LOS PADRES

“Es muy importante introducir estos asuntos desde la educación elemental, porque los niños son más sensibles a los tóxicos ambientales, porque están en una edad en la que les resulta fácil y natural aprender, y porque tienen por delante toda una vida para exponerse a riesgos evitables o bien para protegerse y vivir más sanos y más felices. Hay que lograr un cambio social a través de la concienciación, porque los riesgos ambientales son una realidad hoy en día. Todos nacemos ya con una carga tóxica que no podemos evitar, y hay que educar sobre ello. De hecho, con este programa los niños ayudarán a los padres a concienciarse sobre esta situación”, ha comentado el director de la Fundación Vivo Sano, Alfredo Suárez.

En este sentido, la directora de ‘Salud ambiental en la escuela’, Ana Rueda, ha destacado la importancia de aportar a los niños información práctica, real y comprensible sobre las sustancias y materiales que les rodean y que pueden afectar a su salud.

“Son riesgos de los que no siempre somos conscientes pero que están más cerca de lo que creemos: el polvo del hogar, muchos envases de plástico, detergentes, colonias, la piel de diversas frutas y verduras, determinados tejidos, ambientadores e insecticidas pueden contener sustancias tóxicas de diversos tipos que interfieren en el organismo y afectan a la salud. Éstos son sólo algunos ejemplos de las múltiples exposiciones a tóxicos a las que nos enfrentamos diariamente. No pretendemos explicarle a un niño qué son los ftalatos, el bisfenol A o los pirorretardantes, pero sí que sean capaces de identificar qué elementos o hábitos de su día a día pueden afectar a su salud y de encontrar alternativas, porque eso puede evitarles muchos problemas de salud ahora y en el futuro”, ha apostillado Rueda.

En la primera fase de contactos con centros educativos ya se han adscrito una docena de colegios de diversas comunidades autónomas y 150 personas se han presentado como voluntarios para impartir los talleres. Los centros educativos interesados en formar a su personal docente en ‘Salud ambiental en la escuela’ o en llevar este programa a sus aulas pueden inscribirse o solicitar información a través de la web del programa, al igual que cualquier persona que a nivel particular quiera sumarse a la iniciativa.

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