Miles de ciudadanos despiden a la Duquesa de Alba

 Miles de ciudadanos han despedido este viernes a la Duquesa de Alba, Cayetana Fitz-James Stuart y Silva, en las calles de Sevilla, donde unas 20.000 personas, según fuentes municipales, han esperado  en la Plaza Nueva la salida del féretro del Ayuntamiento de Sevilla, donde estaba instalada la capilla ardiente, y el paso del cortejo fúnebre por la Avenida de la Constitución hacia la Catedral.

   Además, más de 80.000 ciudadanos han pasado entre este jueves y viernes por la capilla ardiente, instalada en el salón Colón del Consistorio. Desde primeras horas y antes de reabrir a las 09.00 horas, centenares de personas se congregaban ya a las puertas del Ayuntamiento, donde numerosos sevillanos han continuada acercándose para decir su último adiós a la aristócrata hasta su cierre.

   Poco antes de las 12.00 horas, el féretro de Cayetana Fitz-James Stuart, cubierto por la bandera de España y la de la Casa de Alba, ha partido en coche fúnebre, acompañada por toda su familia y entre aplausos de los sevillanos, hacia la Catedral, donde el cardenal y arzobispo emérito de Sevilla Carlos Amigo Vallejo ha presidido la misa fúnebre, que ha congregado también a unas 3.000 personas entre ciudadanos anónimos y personalidades.

Una abarrotada Catedral recibe el féretro de la Duquesa de Alba para darle su último adiós

Una abarrotada Catedral de Sevilla ha recibido en torno a las 12,15 horas de este viernes al cortejo fúnebre que acompaña al féretro de Cayetana Fitz-James Stuart y Silva, XVIII duquesa de Alba, XI duquesa de Berwick y 14 veces Grande de España, para darle su último adiós con una misa presidida por el cardenal y arzobispo emérito de Sevilla Carlos Amigo Vallejo.

El féretro ha entrado en la Catedral a hombros de familiares de la aristócrata, entre ellos sus nietos, y ha sido depositado en el Altar del Jubileo de la Catedral, donde el cardenal Carlos Amigo Vallejo, Arzobispo de Sevilla entre 1982 y 2009 y amigo de la Duquesa de Alba, va a presidir la misa funeral en presencia de todos los hijos de la aristócrata y su marido, Alfonso Díez. Todos van de riguroso luto y están serenos, pese a sus compungidos rostros.

A este último acto público de las exequias de la popular aristócrata, han asistido la infanta Elena –que asiste a la misa en un sillón real junto a la familia directa de la Duquesa–, el ministro de Defensa, Pedro Morenés, el presidente del Senado, Pío García Escudero, el consejero de Justicia de la Junta, Emilio de Llera, y la delegada del Gobierno, Carmen Crespo, entre otras autoridades y personalidades, todas de riguroso luto.

El organista de la Catedral y su coral polifónica acompañan la misa con un amplio repertorio fúnebre.

Tras la incineración del cuerpo, el santuario de la hermandad de los Gitanos, a la que pertenecía la duquesa, acogerá por la tarde una ceremonia en la que la familia depositará parte de las cenizas en una de sus capillas laterales, toda vez que el resto de las cenizas serán depositadas en Madrid, en el panteón de la Casa de Alba.

   A la salida de la Catedral, el féretro, de nuevo acompañado por todos sus hijos, nietos y demás familiares, así como de su viudo Alfonso Díez, ha recibido un fuerte aplauso de los sevillanos. Acto seguido el coche con los restos de Cayetana Fitz-James Stuart ha partido hacia el crematorio de San Fernando, donde será incinerada.

   Ya por la tarde, en torno a las 18.00 horas, parte de las cenizas de la Duquesa de Alba serán trasladadas hasta la iglesia de la Hermandad de los Gitanos, donde serán recibidas en un acto familiar y depositadas en una de sus capillas laterales. Tras este acto íntimo de recepción, se abrirán las puertas de la iglesia –a la que pertenecía la Duquesa– a todos los ciudadanos.

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