El presidente de la Generalitat, Artur Mas, ha pedido este martes a los partidos catalanes “no confundir el instrumento con el objetivo: el objetivo no son las elecciones sino la consulta definitiva”, y unos comicios sólo son una de las posibles maneras para conseguir esa consulta.
En rueda de prensa tras la primera reunión semanal del Govern después del 9N, ha dicho que abrirá conversaciones en las próximas dos semanas con los dirigentes de todos los partidos proconsulta –ERC, ICV-EUiA, CUP– y también incluye al PSC, que –como Mas ha recordado– incluyó el derecho a decidir en su programa electoral de 2012 y aprobó la Ley de consultas no referendarias suspendida por el Tribunal Constitucional (TC).
Estas conversaciones con los partidos son necesarias ya que, según ha dicho, en los dias previos al 9N el Govern se quedó en minoría, una situación que vive de forma “agridulce”.
“No tenemos la mayoría que teníamos. C’est la vie”, ha dicho Mas, que ha recordado que perdió el apoyo de ERC tras los cambios que introdujo el Govern en el 9N, que pasó de ser una consulta a un proceso participativo, tras la suspensión cautelar por parte del TC.
Aunque admite que es difícil, ha explicado que da unos días de margen al Gobierno central para ver si reacciona y ofrece a los catalanes una consulta pactada con el Estado, en la línea de los referéndums hechos en Quebec (Canadá) y en Escocia (Reino Unido).
En cualquier caso, deja claro que no renunciará a la consulta, porque eso supondría dar marcha atrás a la voluntad que han expresado los 2,3 millones de participantes en el 9N y también a los ayuntamientos que han prestado apoyo logístico a la votación –todos menos seis–: “El proceso continúa”.
PRESUPUESTOS
Ha detallado que afronta el periodo posterior al 9N con la tranquilidad que le da haber hecho las cosas bien, y no tiene “temor” a llegar a una situación de callejón sin salida y no poder aprobar los Presupuestos 2015, que entre otras novedades deben incluir la recuperación de todas las pagas para los empleados públicos, que pasaron de 14 a 13 por la crisis.
Mas ve posible aprobar las cuentas, al igual que fue posible pactar con ERC, ICV-EUiA y CUP la fecha y pregunta de la consulta en diciembre de 2013, y ha recordado que, días antes de que se produjera el acuerdo, las declaraciones de los dirigentes políticos no iban en esta línea, por lo que ahora va a “estar pendiente” de sus opiniones.
También ha dicho que por ahora no ha recibido oficialmente ningún mensaje de valoración del 9N por parte de gobiernos internacionales, aunque ha constatado que entienden que “desde un punto de vista democrático” el Gobierno central debe hacer gestos hacia Cataluña.
Mas tiene claro que el proceso soberanista es “cada vez es menos un asunto interno español, y más europeo e internacional”, y que este mensaje deberían entenderlo quienes están convencidos de que únicamente en los tribunales se puede frenar el derecho a decidir de los catalanes.
“MÉRITO COLECTIVO”
Flanqueado por la vicepresidenta de la Generalitat, Joana Ortega; el conseller de Presidencia, Francesc Homs, y el secretario general de Presidencia, Jordi Vilajoana, ha arrancado su comparecencia dando las gracias a todos los que contribuyeron al 9N, por su eficiencia y por su civismo, de manera que “funcionaron como un reloj”, lo que considera un mérito colectivo que posibilitó la jornada.
Como ya ha dicho el conseller Felip Puig por la mañana, ha lamentado impedimentos contra el 9N y que el sistema informático de la Generalitat sufrió “ataques cibernéticos organizados brutales”: el sábado se multiplicaron por 20.000 las peticiones de información sobre los sistemas informáticos de la administración, y por 60.000 el domingo, lo que puso en peligro asuntos sensibles como el acceso al servicio de emergencias médicas, a historiales clínicos y a la receta electrónica, por lo que están analizando quién está detrás de un ataque de tal envergadura.
