/Nacho López/ Foto: Javi Romero/
El próximo domingo trece de abril, Domingo de Ramos, comienzan los actos procesionales de la Semana Santa en nuestra capital. Una Semana Santa que está catalogada de Interés Turístico Regional y que durante ocho días, llenará las calles de Albacete de nazarenos, flores, imaginería, saetas, olor a incienso, fieles… Una Semana Santa que todas las cofradías llevan preparando desde hace muchos meses y precisamente sobre esa preparación, desde El Digital de Albacete hemos querido hablar con parte de los responsables de la cofradía de nuestra ciudad que según palabras de su Secretario, Arturo López, posee los estatutos más antiguos de todas y cuantas componen la Junta de Cofradías de la Semana Santa de Albacete. Estamos hablando de la Cofradía del Santísimo Cristo de la Agonía y Nuestra Señora de la Amargura, “Somos la cofradía con los estatutos más antiguos de Albacete, datan del año 1896. Los estatutos están firmados por Don Tomás Brien, Obispo de Cartagena y de padre británico y madre albaceteña”. El propio Arturo López, era quien indicaba el número de personas que componen esta cofradía, “Nuestra cofradía está compuesta por trescientos catorce cofrades de todas las edades, desde un niño con tres meses hasta los de más edad, que rondan los setenta años. En torno al 20% son colaboradores; gente que paga la cuota pero no sale a la hora de procesionar”.
Para que durante los actos religiosos que transcurren por nuestras calles durante esa semana todo salga a pedir de boca, es necesaria mucha preparación previa en todos y cada uno de los ámbitos que congregan cofradías y una procesiones. Sirvan como ejemplo de dedicación las bandas de cornetas y tambores de cada una de las hermandades que conforman la Semana Santa de Albacete, compuestas por gente amateur, que comienzan a preparar la semana más importante del año para ellos nada más y nada menos que con seis o siete meses de antelación y que desde diciembre, toman cada noche el recinto ferial de nuestra capital como “local” de ensayo.
Así lo relataba Juan Gregorio, Presidente de la Cofradía del Santísimo Cristo de la Agonía y Nuestra Señora de la Amargura, “La banda de cornetas y tambores comienzan a prepararse desde el mes de septiembre/octubre y cada Semana Santa solemos interpretar una o dos marchas nuevas para que no resulte repetitivo. Sólo hay una cosa que da motivos a todo esto, la devoción que tenemos al Santísimo Cristo de la Agonía y a Nuestra Señora de la Amargura”.
En la misma línea, Miguel Martínez, Coordinador de la Banda de Cornetas y Tambores de la citada cofradía comentaba, “No paramos en todo el año, aunque los ensayos no comienzan hasta octubre. Antes hay que preparar y elegir las marchas, las partituras y repartir las voces. Al pasar feria empezamos con la trompetería y después de navidad ya es cuando nos venimos al recinto ferial a ensayar”.
Unos ensayos que tienen que compaginar a mucha gente para que los repiques de cornetas y tambores ensalcen aún más si cabe, la belleza de las imágenes al discurrir por el corazón de nuestra capital, “Este año, nuestra banda está compuesta por cincuenta y tres miembros. Tenemos veintiún metales en tonalidad de do y el resto son tambores típicos de la provincia de Albacete, timbales y el banderín. Los metales aportan la melodía, identifican la marcha. Nosotros intentamos tocar marchas de agrupación musical y la percusión es muy importante para nosotros. Como buenos albaceteños, tenemos tambores tobarreños y hellineros”, manifestaba Martínez.
En los últimos años, en todas y cada una de las procesiones que componen la semana santa albaceteña, los ciudadanos y visitantes pueden apreciar como cada vez son más las imágenes que se portan a hombros y se van dejando atrás cada vez más los palios ayudados con ruedas. Volviendo a la cofradía protagonista en este artículo y en palabras de su Presidente, portar la imaginería a hombros aporta mucho más esplendor a los citados actos religiosos, “Sacar a las imágenes a hombros da mucha más plasticidad y belleza a las procesiones y todo es más esplendoroso. Desde el año 2001 portamos a hombros al Santísimo Cristo de la Agonía y desde el 2002, también a Nuestra Señora de la Amargura.”
Como es lógico, para que el porte de los tronos a hombros de los cofrades sea perfecto y añada ese plus de valor a la Semana Santa albaceteña, los devotos encargados de portar dichos tronos también ensayan durante estas fechas en el recinto ferial de nuestra capital. En la Cofradía del Santísimo Cristo de la Agonía y Nuestra Señora de la Amargura los hombres son los que portan al Cristo y las mujeres a la Virgen y así nos narraba Esmeralda Martínez, Capataz de Costaleras de la Virgen de la Amargura, en qué consiste esta preparación previa, “Ensayamos durante todo el invierno con mucho frio. Sin fe, devoción, esfuerzo y sacrificio, es imposible. Ensayamos un día a la semana y somos cuarenta costaleras. Los ensayos no pueden ser muy largos porque se sufre mucho físicamente, calculando, si el reparto del peso fuese equitativo, hablamos de que cada costalera soporta aproximadamente treinta kilos de peso”.
Llanos Gregorio, costalera, nos cuenta que se ensaya todo. Salidas y entradas del templo correspondiente, incluidas. “Los ensayos son como si fuesen una procesión pero algo más cortos en el tiempo. Lo ensayamos todo; ensayamos incluso las entradas y las salidas de la Catedral. En los toques hay que levantar al mismo tiempo y arrancar a andar todas sincronizadas, eso es algo que se coge con ensayos y tiempo”. Llanos también cuenta como desde hace años bailan a la imagen de la Virgen y que la primera vez, surgió de manera instantánea, “Nosotras llevamos ya un par de años que bailamos a Nuestra Señora de la Amargura con la Salve Rociera y el sábado por la tarde, al regresar del asilo y con calma, quizá sea el momento más íntimo y que más disfrutamos nosotras. Recuerdo como la primera vez que lo hicimos, salió de manera improvisada y cuando nos quisimos dar cuenta, estábamos bailando a Nuestra Señora”.
Continuando con el porte de los palios y tronos a hombros, Antonio Cantero, Capataz de los costaleros del Santísimo Cristo de la Agonía, destaca la importancia de la preparación física de los costaleros en los minutos previos a comenzar una procesión, “Ser costalero conlleva mucho sacrificio. Regulamos a la gente por alturas y vamos comprobando si la gente va a gusto en el sitio que va por el tema del peso. Hace falta mucha constancia. Antes de las procesiones realizamos calentamientos y leves ejercicios en el hombro para prepararlo de cara a las procesiones. Hay que tener en cuenta, que durante una procesión, estamos en torno a las tres horas portando el paso y hay que estar preparado. Esto sólo se explica por la devoción”.
Devoción. Esa sea quizá la palabra más repetida por los cofrades durante esta entrevista. La devoción y la fe son sin duda los dos grandes motores que mueven a todas y cada una de las personas que hacen posible la semana santa albaceteña y ambas, les hacen superar los problemas del día a día para dejarse la piel en los ensayos de lo que más aman en esta vida, la semana santa. Así, por ejemplo, lo detallaba Arturo López, “Aquí todo se hace por devoción. Se pasa mucho frio, somos todos amateurs y sin devoción es imposible. El amor a la banda, a la cofradía, a las imágenes… es lo que mueve la Semana Santa y sin él, no vendrías”. “Lo principal es tener fe porque esto requiere mucho sacrificio y esfuerzo. Esto no es una cabalgata, es algo que tiene detrás mucho esfuerzo, mucha constancia y mucha devoción”, declaraba Miguel Martínez al hilo de la devoción. En la misma línea que sus compañeros de hermandad se expresaba Esmeralda Martínez, “Nosotros no salimos a que nos vean. Salimos con fe y devoción a llevar nuestros pasos y eso es el mayor orgullo”.
La cuenta atrás para la Semana Santa ya ha comenzado y después de tanta preparación durante tanto tiempo, sólo queda mirar al cielo y esperar que las lluvias respeten los actos procesionales. “Estamos ya a punto de comenzar la Semana Santa, algo en lo que llevamos todo el año trabajando y que estamos deseando que comience, del mismo modo que deseamos que el tiempo nos acompañe. Rezamos para que después del sacrificio que llevamos durante todo el año, podamos procesionar y disfrutar de la Semana Santa. El tiempo en estas fechas es inestable y todos los años nos pasa algo. La fe y la devoción mueven montañas y nos sobrepondremos a lo que venga”, concluía Juan Gregorio.
