Esther Sotoca
Las últimas noticias sobre el estado de Rubén Pinar son alentadoras. El torero se encuentra consciente, orientado y sin déficit neurológico. Ayer por la tarde fue trasladado a planta tras abandonar la Unidad de Reanimación y Cuidados Intensivos. Los doctores han confirmado que en estos momentos no existe ninguna secuela neurológica.
Rubén Pinar sigue evolucionado favorablemente y no se prevé que su estancia en el Hospital General Universitario de Albacete se alargue. Si la evolución sigue por buen camino el torero podría necesitar entre uno y dos meses de recuperación. El doctor Hernán Sandoval, neurocirujano, ha destacado que “Al no presentar ninguna secuela neurológica no tiene por qué tener problemas para torear, aunque hay que esperar a que se desinflame el cerebro para seguir valorándolo”
Jorge Ibáñez, ganadero de Nazario Ibáñez y amigo personal del diestro albaceteño, ha trasmitido el agradecimiento de Pinar a los medios, amigos y aficionados que se han preocupado por su estado de salud. El ganadero ha recordado en la rueda de prensa los duros momentos que vivieron el momento de la cogida. “Creíamos que estaba muerto, lo intentamos reanimar, pero no volvía en sí. No puedo borrar de mi cabeza la imagen de la voltereta y que mientras caía le dio una cornada en la cara”, afirma Ibáñez.
El pasado 12 de diciembre Rubén Pinar sufrió una fuerte voltereta cuando entrenaba con un toro a puerta cerrada en la finca de Nazario Ibáñez. Rápidamente lo trasladaron al Hospital de Yecla, donde detectaron un coágulo y lo trasladaron al Hospital Universitario de Albacete.
En el hospital albaceteño le realizaron un TAC de control en el que se detectó un hematoma en el cerebro provocado por la rotura de un vaso sanguíneo. Tuvo que ser operado de urgencia en la madrugada del 13 de diciembre. Tras tres días en la Unidad de Reanimación y Cuidados Intensivos, ayer fue traslado a planta, donde los médicos siguen pendientes de su evolución.
