Esther Sotoca
Falta un mes para que comience la Feria de Albacete. Días en los que la plaza de toros se vestirá de gala para celebrar un gran abono que podría ser modelo para otros cosos de toda España. Referencia por muchos motivos, el primero y más importante, por los tiempos que corren, es que no se ha reducido ningún festejo. Además, se anuncian figuras, toreros y ganaderías locales, y diestros que por méritos se han ganado estar en el coso manchego.
Seis puestos para novilleros en esta feria. Debe ser un orgullo para el aficionado albaceteño decir que cuatro de ellos son alumnos de la Escuela Taurina de nuestra tierra. Estos chavales son: Alberto Pozo, Ángel Olmo, Sergio Felipe y Filiberto Martínez. Se espera especialmente a estos dos últimos. Sergio Felipe recientemente hizo su presentación en Las Ventas dejando dos faenas de mucho poso y capacidad. A pesar de no cortar ningún trofeo consiguió poner de acuerdo al aficionado y a la prensa, algo nada fácil cuando hablamos de Madrid. Filiberto es albaceteño de adopción, ya que se ha formado en las Escuela de Albacete. Cuando todavía era novillero sin caballos su nombre ya sonaba por todo el panorama nacional. Recientemente debutó con picadores y su temporada va en línea ascendente.
En el caso de los matadores locales los puestos son más reducidos. Solo veremos a Rubén Pinar y Sergio Serrano. Bien es cierto que del amplio abanico de toreros que hay en Albacete, son los que más merecen estas tardes, aunque igual de cierto es que por lo menos en otra tarde podríamos haber visto a otro matador de toros albaceteño.
Va a ser una feria de figuras con la presencia de Morante de la Puebla, El Juli, Enrique Ponce, Seastián Castellas, Miguel Ángel Perera,Alejandro Talavante, El Fandi, Juan José Padilla… El regreso de Morante ha supuesto la alegría de un amplio sector de la afición. Para muchos será un placer ver ese pellizco de toreo artista, a pesar de que hace dos años abandonara el ruedo entre abucheos. Pero no hay que ser agorero, más cuando se sabe que puede formar un gran lío con un capote y una muleta repletos de arte. El otro regreso celebrado por el público es el de El Juli. A pesar de estar a punto de cumplir 15 años de alternativa, sigue con la fiebre en la boca, como si siguiera en su época novilleril, y eso se ve en la plaza y en la importante temporada que está realizando.
Todas las figuras están en los primeros puestos del escalafón por méritos propios y cualquiera puede cortar las orejas en sus actuaciones. Eso hace que nuestra feria todavía tome más importancia al estar anunciados los primeros del escalafón. Ahí viene el gran pero de este abono, la gran ausencia, José María Manzanares. Albacete lo esperaba, pues ha sido triunfador los dos últimos años con dos tardes para el recuerdo. Es el único nombre que de verdad se echa en falta.
Albacete es una de las ferias más largas de la temporada, y hay muchas figuras anunciadas, por lo que no es de extrañar que algún puesto pudiera haber sido de relleno. No es el caso, todo lo contrario, la gran mayoría ha hecho méritos para que el aficionado taurino los quiera ver. Uno de ellos es Iván Fandiño que tarde tras tarde la salda con un triunfo. El caso de Alberto Aguilar, Joselito Adame y Manuel Escribano es distinto, no porque no se encuentren en un gran momento, sino porque después de sus actuaciones en Madrid y Sevilla han demostrado que son toreros con una gran proyección.
En el aspecto ganadero también se cumplen las expectativas, y serán muchos los hierros albaceteños que lidiarán en el coso local. Sobre el papel es una feria de manual con los que deben estar y una única ausencia destacada. Un año más Albacete ha demostrado que sigue siendo un referente taurino con un abono de alta nota.
