El día que mataron a dos niños a garrotazos en Albacete

Crónica negra de Albacete

Septiembre de 1974 se tiño de luto en Albacete y de aquel entonces es uno de los más duros capítulos de la historia negra de la capital manchega. Los niños Juan y María del Carmen López Jiménez, hijos de una conocida familia de Albacete capital, fueron asesinados brutalmente a garrotazos por Eloy Massó en un piso de la zona de la Plaza de Carretas, ubicado concretamente en la Plaza de Mateo Víllora, donde los condujo a través del engaño.

El Diario ABC del miércoles 25 de septiembre de 1974, en su edición de la mañana, en la página 49, recogía la siguiente información: “La muerte violenta de los dos hijos del presidente del Consejo Provincial de Empresarios, Don Lorenzo López Saus, continúa siendo la máxima actualidad en Albacete y el tema de todas las conversaciones”.

Argumentaba el ABC también que “según parece, los estudiantes que comparten el piso de la calle Mateo Víllora con el agresor, Eloy Massó Madrigal, vendedor ambulante de libros, coinciden en afirmar que nunca dio muestras de tener perturbadas sus facultades mentales y que su comportamiento era correcto siempre. Por otra parte, su apariencia era absolutamente normal”.

El ABC explicaba que “en los rumores que circulan con insistencia y con visos de tener base cierta, se dice que Eloy Massó intentó secuestrar al niño Juan López Jiménez, de 8 años de edad, para exigir rescate. Al parecer, solicitó una entrevista con el niño en las cercanías de la Casa Sindical para hacerle unas preguntas con destino a una encuesta relacionada con la Feria, concluida tan solo unos días antes. Incluso se cree que fue autorizado, pero acompañado de su hermana, María del Carmen, de catorce años de edad. La presencia de ésta debió entorpecer los planes del agresor, impulsándole al brutal atentado, que ha costado la vida a ambos al recibir profundos golpes con un bastón en la cabeza con fractura de la base del craneo”.

Imagen de archivo – Pixabay

¿Un secuestro en Albacete?

Añadía el ABC en la redacción de su noticia que “también se dice, abundando en lo anterior, aunque sin la confirmación oficial por el secreto de sumario, que el agresor conservaba una carta para dirigirla al padre de los niños pidiendo varios millones de pesetas, que unos señalaban en 15 y otros en 4, y que debía depositar en determinado lugar del bosque próximo a la ciudad conocido como ‘La Pulgosa’. Así mismo se ha dicho que Eloy tenía una relación de nombres, correspondientes a padres de niños, que proyectaba secuestrar en el futuro y que el de Don Lorenzo López Saus presentaba una señal indicatoria de ser la primera operación de secuentro”.

Recogía el ABC en sus páginas aquel 25 de septiembre de 1974 también que “aunque se carece de confirmación, éstas son las teorías que circulan insistentemente, descartándose cualquier motivación de tipo sexual, por lo que se espera con verdadero interés el resultado de las investigaciones y diligencias que se llevan a cabo. El sepelio del niño Juan López Jiménez estaba anunciado para esta tarde, pero ante la noticia del fallecimiento de su hermana, María del Carmen, en la clínica Puerta de Hierro de Madrid, será demorado para realizarlos conjuntamente mañana a medio día. Por el domicilio de Don Lorenzo López Saus es incesante el desfile de amigos de la familia y de numeroso público, deseoso de expresarles su pesar, así como de autoridades y personalidades de la ciudad”.

Finalmente, el entierro de ambos no se realizó de manera conjunta, ya que la niña se mantuvo con vía hasta las 14.00 horas del día 30 de septiembre; según recogen las crónicas de la época.

Para el entierro de Juan, Albacete entera se echó a la calle y testimonió a la familia doliente una adhesión multitudinaria. El tráfico tuvo que ser interrumpido en gran parte del centro de la ciudad. Cerca de diez mil personas se calcula que asistieron al funeral o presenciaron el paso del cortejo. El gobernador civil representaba al ministro de la

“El fiscal solicitó 55 años de prisión para el agresor, mientras que el acusador privado pidió dos penas de muerte”, tal y como recogía el 1 de enero de 1975 el periódico ‘Crónica de Albacete’ al tiempo que hacía un recorrido por lo que había sido mes a mes el año 1974 en lo que a sucesos se refirió en Albacete

Justo un mes después, el 1 de febrero de 1975, el periódico ‘Crónica de Albacete’ publicaba que “el próximo día 12 tendrá Jugar en la Audiencia Provincial la vista de la causa que se sigue contra Eloy Massó Madrigal, por el tremendo infanticidio de septiembre pasado en un piso de la Plaza de Mateo Villora. Cinco magistrados intervendrán en el juicio por la muerte de los niños María Carmen y Juan López Jiménez, suceso que conmovió a todo el país por su brutalidad —llevados con engaño a su domicilio, con la excusa de realizar una encuesta, fueron atacados a golpes con un palo, produciéndoles heridas que determinaron la muerte de ambos, como es sabido— y que ha despertado extraordinaria expectación en Albacete. La acusación ha solicitado una pena de muerte por cada víctima y el pago de las costas, habiendo renunciado el padre de los niños, don Lorenzo López Saus, a la acción civil que le corresponda, estimada en la indemnización de 1.200.000 pesetas. El ministerio fiscal, por su parte, pide treinta años por homicidio en el caso de Juan y veinticinco por asesinato en el de Man Carmen, con el atenuante de arrepentimiento. La defensa estima circunstancias atenuantes y solicita seis años y un día de presidio mayor por cada uno de los delitos cometidos, accesorios y costas legales”.

Palacio de Justicia Albacete
Palacio de Justicia / Foto de archivo

Juzgado en Albacete

El juicio contra Eloy Massó se celebró entre una gran expectación, que junto a la indignación y al clamor popular, hicieron que a las puertas de los juzgados de Albacete se agolpara muchísima gente. Dicen los que allí estuvieron que al acusado se le notaba frío como un témpano de hielo y que sólo mostró una tibia y nada convincente petición de perdón a la familia de los niños fallecidos.

El día 25 de febrero se hizo público el veredicto de la Sala de lo Penal de Albacete, que condenó a Massó Madrigal a una pena de 30 años de reclusión mayor y a una pena de muerte, aunque el Tribunal Supremo subió a dos las penas capitales, por lo que el garrote vil se presuponía que iba a ser el final de Massó.

Sin embargo, la sentencia llegó al Supremo en diciembre de 1975 y ahí ya había fallecido Franco y había tomado posesión como Rey de España Juan Carlos I, quien decretó un indulto general por todos los delitos cometidos antes del 22 de noviembre de 1975, fecha en la que había jurado su cargo.

De ello se benefició Eloy Massó Madrigal, quien prácticamente en el último instante se salvó de morir ejecutado en el garrote vil. Su condena a muerte se vería sustituida por otra accesoria de 30 años de cárcel más, por lo que en total sumó 60 años de reclusión en forma de condenas tras la muerte de los dos niños de Albacete.

Nacho Lopez

Nacido en Albacete. Más de 10 años de experiencia en medios de comunicación en radio, televisión y digital, como Intereconomía radio, Cadena SER, Punto Radio, ABTeVe y VOZ Castilla-La Mancha.
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