OPINIÓN | Ave, Sánchez, los que van a morir te saludan

Artículo de opinión de Javier Romero

“Resulta extraño que un Presidente del Gobierno anuncie un periodo de reflexión y no una decisión tomada. Esto me hace pensar que el objetivo principal de Sánchez es que los cinco días que se tomará para “reflexionar” se conviertan en un baño de masas en la que se visualice un gran apoyo que le “obligue” a seguir “por el bien del país”.

Este párrafo que acaban de leer lo escribí en mi columna de opinión publicada el pasado miércoles, 24 de abril, cuando el Presidente del Gobierno de España anunciaba que se retiraba cinco días a reflexionar y dejaba al país a la espera de su decisión. Ahora, una vez conocido el resultado de esa reflexión, me muestro extremadamente preocupado, pero no porque Pedro Sánchez haya decidido continuar al frente del Gobierno de España gracias a un difícil equilibrio de apoyos, obviamente legítimos tras las últimas elecciones. Mi preocupación radica en el mensaje que ha transmitido el Presidente del Gobierno de mi país en el que señala a jueces y medios de comunicación como objetivo de su purga en pro de la democracia.

El pasado miércoles Pedro Sánchez se “encerró” en la Moncloa a reflexionar tras la decisión de un juez de abrir una investigación a raíz de una querella en la que se pedía que se investigara si pudo existir algún delito en que la mujer del presidente del Gobierno se reuniera y recomendara a empresas que luego obtuvieron ayudas públicas del propio gobierno que preside su marido. No sé si habrá delito, pero que de esto se quiera hacer una causa mayúscula de ataque personal, no lo termino de ver. Veo a Sánchez como un francotirador hipersensible. Yo lo escuché señalar al hermano de Ayuso, desde la propia tribuna de oradores del Congreso de los Diputados, por un supuesto caso de corrupción que la Justicia ya había archivado (¿eso no es un bulo señor Presidente?). Sus palabras fueron respondidas sottovoce por la presidenta de la Comunidad de Madrid, presente entre los invitados, con el famoso “hijo de puta” que luego tradujo como “me gusta la fruta”, tan aplaudida por los suyos y que, dicho sea de paso, a mi me parece una bajeza impropia en boca de una líder política. Contra el padre de Ayuso, el hermano de Ayuso y la pareja de Ayuso ha disparado a matar la maquinaria Sanchista, la misma que ahora se muestra hipersensible cuando desde el “otro bando” se le dispara a su mujer. También se ha apuntado a la mujer de Feijóo con información que luego se ha corregido y se ha reconocido que no era cierta. Mi opinión al respecto es clara, la política no debería entrar en determinadas esferas personales. Si hay algo punible o delictivo que sea investigado por la Justicia, pero ahora todo vale y de una denuncia hacemos un caso “contrastado” de corrupción, aunque no exista sentencia. Me da igual que sean los del puño y la rosa o los de la gaviota; ya no te cuento los Podemos, Sumar, VOX, etc.

Dicho esto, cuando Sánchez se retiró a reflexionar lo hizo por lo que él definía como ataques constantes a él y su familia, por la que siente un profundo amor que yo no voy a poner en duda, todo lo contrario, hasta empatizo con él en determinadas cuestiones que sufren los seres queridos de las personas públicas. Este lunes, tras la reflexión de esa situación, Sánchez sale de la Moncloa con un preocupante discurso, a mi juicio. 

No voy a entrar a fondo en si la afirmación de que recibió un apoyo mayoritario en Ferraz el sábado es o no cierta. Cada uno sabrá lo que para él es una manifestación multitudinaria. Según la Delegación del Gobierno, de su gobierno, fueron 12.500 personas, tras fletar autobuses desde toda España y movilizar al máximo a sus fieles. A mi no se me ocurría decir que hubo una manifestación masiva de españoles en el partido Albacete-Eibar, del domingo, de Segunda División y a las  9 de la noche, al que asistieron prácticamente las mismas personas y tenían que pagar entrada. Por dar un dato, como diría Yolanda Diaz.

Hablaba de preocupante discurso de Sánchez tras su retiro ya que desde la Moncloa, y posteriormente en una entrevista en la televisión pública, ha fijado claro sus objetivos: La Justicia y los medios de comunicación. Yo me permito entrar un poco más al detalle en mi impresión y diría los jueces y fiscales que se atrevan a investigar o dictar sentencias contra sus intereses y los medios de comunicación que publiquen noticias que no sean del agrado del Gobierno. 

Empezaré con la Justicia. Sánchez habla de la anormalidad que supone que el órgano de Gobierno de los jueces lleve más de cinco años sin renovarse. Esto es algo inaudito y debería ser corregido de inmediato, pero claro, es tal el ansia de mangoneo de la Justicia por parte de la política que el partido que gobierna quiere cambiar la “mayoría” conservadora actual por una “progresista”, y es que, como diría el exministro Trillo, manda huevos que se escojan a los jueces por su ideología y no por su aplicación de la Ley. En esto también tienen mucha culpa los propios jueces que aspiran a hacer carrera en base a asociaciones ideologizadas.

También hay quien habla de regular la acusación popular. Esto lo motivan en que Manos Limpias fue la organización que presentó la denuncia contra Begoña Gómez, la esposa del Presidente. Coincido con los que opinan que esta organización no es precisamente un paradigma de pulcritud, pero me gustaría recordar que fue la misma que sentó en el banquillo a la Infanta Cristina y a su esposo, Iñaki Urdangarín. Ahí encontró un juez con un par de… que no lo importó juzgar a la hija del Rey de España y al Duque de Palma, a pesar de las trabas de la Fiscalía. Por aquel entonces el PSOE aplaudía a la acusación popular y a los jueces valientes. ¿Se imaginan que el Rey se hubiera retirado a reflexionar cinco días para decidir si abdicaba porque habían imputado a su hija y su yerno?. No esperen el mínimo respeto por la Justicia de una persona que ha indultado a los artífices del referendum ilegal de Cataluña, ha modificado el delito de malversación o va a aprobar una ley de indultos “ad hoc” de Puigdemont por mero interés político.El tema judicial y el ansia de Sánchez por su control lo resumiré en una pregunta retórica que hizo el propio presidente ¿De quién depende la Fiscalía…?

Ahora llegamos a los medios de comunicación, y está claro que este asunto me llega especialmente al ser director de uno. No voy a pecar de corporativismo, tengo claro que las asociaciones del gremio defienden unos intereses concretos y algunas veces se olvidan de los del colectivo. En determinadas situaciones se convierten más en club de “amigos de” y “enemigos de” en función de cuitas personales que en defensores de la libertad de prensa.  No voy a levantar una bandera de hipocresía. Lo que sí voy a hacer es seguir la propia doctrina del Presidente del Gobierno a la hora de preguntarse por los límites. 

Habla Sánchez de atajar los bulos y las noticias falsas. Estoy totalmente de acuerdo con él en que la desinformación es uno de los males que azotan al mundo, no solo a España y no solo ahora, desde siempre. Fíjense en EEUU, por ejemplo, y el ascenso de Trump. Ahora, con las redes sociales, la información y la desinformación viajan a velocidad de vértigo, es cierto, pero esto no es algo nuevo. Tampoco es nuevo que se amenace a los medios o a periodistas, directores o editores. ¿No recuerdan el famoso chantaje a un director de periódico nacional con un vídeo sexual porque estaba publicando casos de corrupción del gobierno de entonces?

Ante una información falsa existe la Ley, el derecho de rectificación y en último caso los tribunales de Justicia. Lo preocupante es la sensación de que el Gobierno pretende ser también juez e impartir su propia Justicia. ¿Volveremos a la figura del censor? ¿Pondrán, por ejemplo, al equipo de Óscar Puente, o a él mismo, a repasar la prensa para empezar a secar medios? (pongo su nombre ya que como confesó que tiene un equipo que lee todo lo que se publica sobre él así tendremos más posibilidades de que lea este artículo y de paso nos solucione lo de la conexión lamentable de trenes de Albacete a Valencia o la A-32, pues bienvenido sea).

Volviendo al tema, me pregunto qué es un bulo para Pedro Sánchez. ¿Es subirse a la tribuna del Congreso a hablar de corrupción del hermano de Ayuso cuando el caso ha sido archivado?. ¿Si un medio hablara de corrupción en este caso sería un medio a perseguir? ¿Cómo va en la línea del Gobierno no es bulo aunque la Justicia haya dicho que es falso?.

Me hace gracia, en verdad no, me da pena, que los mismos políticos que cuando les interesa se ponen tras la pancarta en favor de la libertad de prensa, cuando gobiernan convoquen a los medios sin posibilidad de preguntar y mucho menos repreguntar, veten el acceso a algunos periodistas porque no les guste lo que dicen de ellos, concedan entrevistas a “influencers” mientras se las niegan a los medios que no les van a dar un “masaje”, etc. Pero más pena me da el silencio de algunas asociaciones ante estos hechos. Me da auténtico asco que los medios acudamos a ruedas de prensa donde no nos van a dejar preguntar, y aquí la culpa es de los medios, no de los periodistas. Me da asco que algunos medios pasen las preguntas antes de las entrevistas. Me da asco que se cubran eventos en los que se arrinconen a los profesionales y no se les deje trabajar con un mínimo de profesionalidad. La pena es que para la mayoría de medios y periodistas si lo hacen “los nuestros” callamos y si lo hacen “los otros” protestamos. Creo que todos, jueces, periodistas y editores, deberíamos poner el límite, de lo contrario la ensoñación de alguien de convertirse en un César todopoderoso que nos dicte a quien hay que investigar, lo que hay que sentenciar, lo que hay que escribir y cómo hay que opinar, se puede ir convirtiendo en una realidad es este país a corto plazo y la democracia española será más lo segundo que lo primero.

“Primero vinieron por los socialistas,

y yo no dije nada, porque yo no era socialista.

Luego vinieron por los sindicalistas,

y yo no dije nada, porque yo no era sindicalista.

Luego vinieron por los judíos,

y yo no dije nada, porque yo no era judío.

Luego vinieron por mí,

y no quedó nadie para hablar por mí”

Martin Niemöller (1892-1984) sobre los nazis y la pasividad de la sociedad alemana

Javier Romero

Director de El Digital de Albacete

Javier Romero

Director y fundador de El Digital de Albacete. Nacido en Albacete. Más de 10 años de experiencia en medios de comunicación en radio, televisión y prensa digital, como Intereconomía radio, Cadena SER, Punto Radio, ABTeVe y VOZ Castilla-La Mancha.
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