Piden más de 29 años de cárcel para un hombre acusado de agredir a su pareja en Castilla-La Mancha

La Audiencia Provincial de Ciudad Real

La Audiencia Provincial de Ciudad Real juzgará el martes a un hombre de 36 años, acusado de agredir sexualmente de su pareja sentimental y de maltratarla, coaccionarla, vejarla y someterla a otras acciones delictivas, para el que la Fiscalía pide penas que suman 29 años y 10 meses de prisión.

Según el escrito de acusación del fiscal, al que ha tenido acceso EFE, el acusado y la víctima mantuvieron una relación sentimental durante seis años entre 2016 y 2022, en los que convivieron en el domicilio familiar con una hija común menor de 3 años y otro menor hijo sólo de la mujer.

 A mediados de enero de 2022, cuando la mujer estaba haciendo un curso de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha, el acusado fue a recogerla, de forma sorpresiva, e inició viaje de vuelta al domicilio familiar, hasta que en un momento del trayecto, el procesado le propuso mantener relaciones sexuales a lo que ella se negó rotundamente, mantiene el fiscal.

Acto seguido el acusado, “con ánimo libidinoso, se dirigió a un camino rural advirtiendo a su compañera de que iban a mantener relaciones sexuales “por las buenas o por las malas”. El acusado estacionó el vehículo, sacó un hacha de pequeñas dimensiones que portaba en el coche para quebrantar el consentimiento de su pareja y la obligo a practicar sexo, pronunciando frases denigrantes hacia su mujer.

Después, durante el trayecto de vuelta al domicilio común le dijo que si denunciaba o contaba algo a alguien la mataría.

Posteriormente, en abril de 2022 y cuando ya habían dejado la relación sentimental, el acusado se presentó de madrugada en la vivienda que habían compartido a recoger enseres que le pertenecían, accediendo al interior con sus llaves.

Al verlo, la mujer se encerró en el cuarto de baño, aunque el procesado entró en la estancia y tras darle varios golpes y cogerla del cuello, la obligó a tener relaciones sexuales mientras le decía frases como “esto es lo que os gusta a las putas y a las negras, para eso venís aquí, para que os follen”, de acuerdo con el relato del ministerio público.

Control y dominio con desprecios y amenazas

Asimismo, el fiscal mantiene que a lo largo del último año de relación, la mujer fue víctima de una situación de control y dominio por parte del procesado, en la que sufrió continuos “desprecios, amenazas, forcejeos, conatos leves de agresión e insultos racistas y homófobos”.

El acusado también le controlaba su móvil y el uso de las redes sociales, así como a su entorno y las personas las que se relacionaba la mujer, que creó en ella una situación de “desasosiego, ansiedad y angustia” continua, por lo que decidió poner fin a la relación en marzo de 2022.

Esta decisión no fue aceptada por el acusado, que rechazó la ruptura y continuó hostigando y molestando a su expareja, hasta el punto de que llegó a hacer hasta 71 llamadas telefónicas con intención de retomar la relación sentimental que no fueron contestadas ni atendidas por la mujer.

También le mandó multitud de mensajes de WhatsApp desde su móvil en términos despectivos y amenazantes, algunos de ellos en referencia su raza, “con ánimo de menoscabar y despreciar la raza negra con finalidad racista y homófoba”, sostiene el fiscal.

Asimismo, y con el fin de menoscabar la integridad moral de la víctima, sin su consentimiento ni conocimiento, difundió en redes sociales fotos íntimas de contenido sexual de su expareja que había obtenido una relación sentimental anterior de ésta con otra pareja mediante pantallazos de móvil.

Las fotos fueron también enviadas vía WhatsApp a familiares y conocidos de la mujer por parte del procesado, que las mantuvo en su móvil para que todos los que accedieran al terminal pudieran verlas.

El fiscal considera al acusado autor de varios delitos, algunos de ellos con la agravante de parentesco. En concreto, lo acusa de cometer dos delitos de agresión sexual, por los que pide que sea condenado a 12 años y a 10 años y seis meses de prisión, respectivamente, de un delito de maltrato habitual, por el que demanda una pena de dos años y seis meses de cárcel, y de un delito de odio por el que solicita una condena de dos años.

Además lo acusa de un delito de sexting, por el que solicita una pena de 12 meses de prisión, de un delito de amenazas leves, por el que pide otros 12 meses de cárcel, y de un delito de coacciones leves, por el que demanda que sea condenado a 20 meses de prisión.

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