Locales en el centro vacíos y furor por chalets y adosados, así está el mercado inmobiliario en Albacete capital

/Marta López/

La llegada de la pandemia de coronavirus ha puesto patas arriba muchos ámbitos de nuestras vidas. Incluso ha afectado a la situación del mercado inmobiliario de Albacete, tanto en el ámbito comercial como en el residencial.

Así, desde el Colegio de Agentes de la Propiedad Inmobiliaria, Gemma Cano, reconocía a El Digital de Albacete que la situación de los locales comerciales de la zona centro de la capital es “un tema preocupante y bastante complejo”. De este modo explicaba que “en Albacete el local en alquiler o venta es excesivamente caro, sobre todo cuando se trata de locales ubicados en las principales arterias comerciales de la ciudad”.

“Hay locales comerciales que no han bajado su precio y que, por tanto, siguen cerrados”, diagnosticaba. Así, matizaba que los empresarios “se plantean mucho adquirir o arrendar un local con unos precios mensuales que no saben si van a poder cubrir”. Sin embargo, por contraposición “está el caso de quienes están en un local alquilado y han negociado con la propiedad a la baja, al menos hasta que pase todo esto de la pandemia y puedan recuperar la actividad y los ingresos, para posteriormente recuperar las rentas iniciales”, indicaba.

Reconocía que “es significativo que haya muchos locales comerciales que están cerrados porque no bajan su precio”, y añadía que esta situación se debe “a la desidia económica que estamos viviendo otra vez”. Así exponía que “no habíamos terminado de recuperarnos al 100% de la anterior crisis económica cuando ha llegado esta pandemia”. Y es que, “muchos negocios no han podido soportar esta situación y para no acumular pérdidas o generar deudas han decidido cerrar”. Todo esto “deja un panorama desolador como es ver el centro de la ciudad sin apenas comercio”.

Explicaba Gemma Cano que “sin comercio no se genera movimiento”, lo que propicia que “el centro de la ciudad se esté quedando despoblado y supone que no haya afluencia de gente a los locales”. Aseguraba como miembro de la directiva del Colegio de Agentes de la Propiedad Inmobiliaria que “en la zona centro de Albacete no hay alquileres de locales comerciales por menos de 1.200 ó 1.500 euros”, unos precios que llegan incluso “hasta los 6.000 euros”, dependiendo “del acondicionamiento y de los metros del local”, matizaba.

La solución a esta situación pasaría en primer lugar “porque los propietarios de estos locales comerciales adquirieran una nueva mentalidad”, señalaba. Así, ejemplificaba que “pueden crecer que su local vale una cantidad determinada, pero si accedieran a bajar este precio propiciarían tenerlo en funcionamiento, que hubiera una actividad comercial”. De este modo, aunque “tuvieran una menor rentabilidad de la que quisieran, el local no estaría cerrado sin generar ningún tipo de ingresos”, recordaba. Y es que todo pasa por “negociar para que posteriormente haya una renegociación del contrato de arrendamiento al alza”.

La segunda de las piezas clave para poner una solución a la desoladora situación de los locales comerciales vacíos en las zonas más céntricas de Albacete pasaría porque “el Ayuntamiento concediera ayudas al comercio y a las empresas que pudieran favorecer la instalación de negocios”, destacaba Gemma Cano. Así, remarcaba que “el alquiler se puede llevar el 50% de los ingresos mensuales de los comerciantes”, especialmente en el caso de los locales ubicados en las principales arterias de la capital. Estas opciones o la combinación de ambas “es la única solución para hacer frente a esta situación”, sostenía.

En relación a la demanda de oficinas y el teletrabajo apuntaba que “no es algo que haya afectado mucho porque nunca se ha producido una demanda brutal de oficinas en Albacete y tampoco es algo que escasee en relación a las ofertas”. De este modo matizaba que “es algo relativo porque si se trataba de oficinas con pocos puestos de trabajo han optado por dejar la ofician y trabajar desde casa, pero donde había más puestos de trabajo es probable que el 50% de la plantilla teletrabaje y que la otra mitad desarrolle su jornada laboral de forma presencial”.

Demanda residencial

“Tras el confinamiento y el primer Estado de Alarma la demanda de parcelas, terrenos, y adosados fue brutal, e incluso se produjo un colapso porque había muchísima más demanda que oferta de este tipo de inmuebles tanto en venta como en alquiler”, desvelaba Gemma Cano a El Digital de Albacete. Sin embargo, reconocía que “con el paso de los meses, como es lógico, esta situación se ha frenado un poquito”.

Explicaba que “la subida de la demanda de este tipo de viviendas fue brutal y ahora, sin descender, se mantiene una estabilización porque, aunque desgraciadamente sigamos sufriendo esta pandemia, todo ha tendido a estabilizarse”. De este modo, desarrollaba que “el factor verano fue muy positivo para la demanda de parcelas, pero en invierno no se requieren tantos espacios al aire libre debido al frío”.

Al factor estival se le sumaba que “acabábamos de haber vivido el agobio de casi tres mes sin salir de casa”, motivos por lo que “demandaban lugares de esparcimiento”. La demanda de este tipo de viviendas no ha cesado, pero si se ha frenado un poco “ya que todo el mundo ha vuelto al trabajo, y podemos salir de casa aunque con restricciones”, y esto es algo que ha hecho que “todo se tranquilice”, subrayaba.

En relación al alquiler, los albaceteños “siguen más o menos su tónica general, pero también buscan viviendas con balcón, terraza o patio”. Además el factor clave continúa siendo “la relación calidad-precio”, manifestaba Gemma Cano. Por tanto diferenciaba entre dos prototipos de arrendamiento: el primero de ellos es “quien busca el alquiler para una vivienda residencial habitual y el segundo es el que busca el alquiler porque decide arrendar lo que es su propiedad e irse a una vivienda que tenga más espacios abiertos”.

En cuanto a la venta “se sigue demandando de todo”, aclaraba. De este modo explicaba que existe “la radiografía del inversor, que se trata de una vivienda con unas determinadas características y precio para alquilarla y sacar una rentabilidad elevada”, y es que “hay quien está invirtiendo en ladrillo porque ha visto mermados los ahorros de fondos de inversión durante el Estado de Alarma y en época de crisis el ladrillo es una auténtica fuente de inversión”. Luego está “la radiografía del típico piso con tres dormitorios y dos baños y finalmente está la radiografía de aquellos albaceteños que quieren invertir en casas y adosados porque quieren viviendas grandes”, explicaba Gemma Cano.

De este modo señalaba que “se siguen demandando espacios abiertos y al aire libre, pero también está presente el comprador de toda la vida”, y es que “el mercado se adapta a las circunstancias personales de cada ciudadano”.

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