/El Digital de Albacete/Foto: El Hormiguero/
El pasado lunes, durante una de las tertulias de El Hormiguero, Pablo Motos recordaba una anécdota que tenía como escenario un punto muy conocido de la provincia de Albacete.
En concreto, durante la tertulia hablaron de la vez en sus vidas que más frío habían pasado, y el presentador desveló que fue en el Centro Nacional de Adiestramiento (CENAD) de Chinchilla. Por aquel entonces Pablo Motos trabajaba en una emisora de radio en Valencia y desde la cálida ciudad del Turia pusieron rumbo a tierras manchegas con la misión de hacer un programa para explicar qué hacía el Ejército en el CENAD de Chinchilla.
“Y yo que siempre he tenido una capacidad de ofender alarmante”, indicaba el presentador, no dudó en preguntar al cura que había en el CENAD “qué es lo que le decía a los del Ejército si iban a la guerra: ¿Mátenlos con cariño?”. Así continuaba relatando que “el cura me cogió una manía de la leche”.
Tras empezar con mal pie con el sacerdote, explicaba que “nos llevaron a un sitio en el que había un cañón”, pero “no había diana”, aclaraba. Así el disparo “dio en una montaña y todos dijeron: ¡Bien!”, bromeaba Pablo Motos. Una broma ante la que el humorista ‘El Monaguillo’, puntualizaba que “eso es pasárselo bien con poquito”.
Posteriormente, con el paso del día, comenzaron a descender las temperaturas y “hacía un frío de la leche”, aseguraba el presentador. Además relataba que “nos dieron de comer y nos dijeron que era la comida que ellos comían, pero no sabía a nada”. De este modo confesaba que el equipo que viajó desde Valencia para grabar este programa “no parábamos de preguntarnos qué hacíamos ahí”.
Las temperaturas cada vez eran más gélidas, y por la noche “hacía un frío de la hostia”, reconocía el presentador. Así, se retiraron a una tienda de campaña pero debido al frío “el director del programa y yo pensamos en irnos a dormir al coche porque hacía mucho frío”, exponía durante la tertulia. De este modo desvelaba que “quitamos la piqueta, nos escapamos, nos metimos en el coche y el director me dijo: “Que les den por culo””. Y sin más “arrancamos y nos fuimos”, apuntaba.
“Creo que es la peor historia que he contado en mi vida”, reconocía Pablo Motos, y añadía que había “ofendido a mucha gente”. Así, señalaba que después del relato “se van a enfadar conmigo el Ejército, los curas, el frío y la gente de Chinchilla”, pero “había que intentarlo”, concluía.
