Purificadores de aire en las aulas de los centros educativos de Albacete: Todas las miradas sobre esta controvertida cuestión

/Marta López/

El pasado 14 de marzo nuestro país se paralizaba por completo debido al confinamiento que anunciaba el Gobierno de España con el fin de plantar cara al COVID-19. Un día antes, los alumnos de los diversos centros educativos de Albacete veían suspendida la actividad lectiva presencial optando por adaptarse a un formato virtual con el fin de continuar el curso desde casa.

Después de casi 6 meses sin pisar las aulas los colegios e institutos de Albacete volvían a abrir sus puertas para recibir a profesores y alumnos el pasado 9  de septiembre. Una vuelta al cole de lo más atípica con mascarillas y con renovados protocolos con el fin de luchar contra el coronavirus también desde las aulas.

Así, desde el inicio del curso una de las cuestiones que cuenta con opiniones más diversas es la instalación y uso de purificadores de aire en las aulas de los centros educativos. Son numerosas las Asociaciones de Padres y Madres (AMPAS) de diversos colegios e institutos de Albacete los que han costeado la adquisición de varios de estos filtros con el objetivo de garantizar la renovación del aire en las aulas.

Una situación que se ha agudizado con la llegada del frío. Y es que, cabe recordar que por motivos de seguridad toda la jornada lectiva se imparte con las puertas y ventanas de las aulas abiertas con la finalidad de garantizar la correcta ventilación de estos espacios. 

Una de las primeras AMPAS en apostar por la compra de más de 50 purificadores de aire con filtro HEPA era la del IES Don Bosco de Albacete capital. Así, su presidenta, Pilar Nieves Berzosa explicaba a El Digital de Albacete que el motivo de la adquisición de estos purificadores de aire es porque “por el momento tienen que tener las ventanas de las aulas abiertas durante el periodo lectivo para favorecer una buena ventilación del espacio y de cara a la llegada del invierno creemos que sería mejor adquirir estos aparatos que renovaran el aire para que los alumnos no pasen frío”.

Una propuesta que realizaban siguiendo “recomendaciones de expertos y como se está procediendo en otros centros de España y Europa, una de las soluciones complementaria a las ya implementadas es la instalación en cada aula de purificadores de aire dotados de un filtro HEPA que permitan limpiar el aire en pocos minutos con unos niveles de filtración adecuados a microorganismos como el virus COVID-19”. Además añadía la presidenta del AMPA del IES Don Bosco que la purificación del aire de las aulas “también vendrá muy bien para los alérgicos y asmáticos”. En definitiva, “tratamos de mirar por el bienestar de nuestros hijos”, conscientes de que este será “un curso raro”. Pero nuestra intención es que “sea un curso tranquilo y que se pueda desarrollar en condiciones lo más normales posibles”, finalizaba.

El IES Don Bosco fue uno de los primeros centros educativos en poner en marcha esta iniciativa, tras la que se han sumado, entre otros, el IES Andrés de Vandelvira, el CEIP Inmaculada Concepción, CEIP Parque Sur, CEIP Cristóbal Valera, o los Colegios Concertados San Francisco Coll FESD y Nuestra Señora del Rosario. Además, debido a la llegada del frío otros centros como el CEPI Ana Soto están planteando a los padres y madres la posibilidad de instalar también estos purifcadores de aire con filtro HEPA.

La postura de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha

Tras conocer la iniciativa de las AMPAS de estos centros educativos el delegado de la Junta en Albacete, Pedro Antonio Ruiz Santos, exponía el pasado mes de octubre que “son reivindicaciones justas por parte de las AMPAS”, y añadía que “todos los equipos directivos y también el equipo de Infraestructuras de la Delegación Provincial de Educación, Cultura y Deporte estudia todas las posibilidades”. Además, sostenía que “cualquier idea que vaya a mejorar la situación educativa por la que se tenga que tratar esta situación se acometerá”.

“En algunos casos será a través de estas cuestiones que plantean las AMPAS y en otras se darán otras soluciones que existen”, destacaba Pedro Antonio Ruiz Santos. Y es que “todos los centros educativos no son iguales y no tienen la misma antigüedad”. Pese a todo, reconocía que “todas las aportaciones en cuanto a ideas y posibilidades que se puedan abrir por parte de los padres y de la comunidad educativa en su conjunto se atenderán y escucharán”, porque “son quienes mejor saben cómo hay que tratar la situación”.

Del mismo modo recordaba la baja incidencia del COVID-19 en las cerca de 3.500 aulas con las que cuenta la provincia de Albacete. De igual modo subrayaba que “hay que tener especial celo en relación con la llegada del invierno ya que es más difícil la ventilación y habrá que tomar medidas en favor de los más pequeños”.

Además, el pasado 19 de noviembre, la consejera de Educación, Cultura y Deportes, Rosa Ana Rodríguez, afirmaba que ninguna comunidad autónoma ha llevado a efecto la instalación de filtros HEPA en sus centros educativos y recordaba que, “si las autoridades sanitarias indicasen que fuesen necesarios, nosotros haríamos uso de compra”.

La consejera de Educación se pronunciaba de este modo en un debate en las Cortes de Castilla-La Mancha, donde también explicaba que la instalación de los filtros HEPA es una “medida complementaria” a todas las acciones que han estipulado las autoridades para garantizar la salud escolar. Durante su intervención, Rosa Ana Rodríguez exponía a los parlamentarios que, desde la reapertura de los centros educativos, “la Consejería de Educación ha dotado a los colegios e institutos de todo el material y las medidas que han estipulado las autoridades sanitarias para garantizar la salud”.

“Este Gobierno regional, desde el primer momento, no solo ha acompañado a la comunidad educativa y les ha dicho las medidas a cumplir”, subrayaba la consejera de Educación. “Ellos las han llevado a cabo con mucho éxito. Y gracias a eso, el conjunto de la comunidad educativa confía en que los centros son espacios seguros”, añadía.

Además, la consejera de Educación también ponía de manifiesto que solo “un 0,38% de las aulas de Castilla-La Mancha, a día de hoy, están en situación de confinamiento, algo que da cuenta, claramente, del buen funcionamiento de las medidas que se han adoptado en toda la región”. Por último, Rosa Ana Rodríguez sostenía que la Consejería de Educación no prohíbe la instalación de los filtros y se presta a ratificar la homologación y comprobar los estándares de calidad, partiendo siempre de las indicaciones de los Ministerios de Santidad y Transición Ecológica.

Ministerio de Sanidad

El Gobierno de España publicaba una guía para la ventilación en las aulas. En concreto, este documento está elaborado por el CSIC-IDAEA, Ministerio de Ciencia e Innovación y Mesura. Además, contaba con la participación de la Consejería de Educación, Cultura y Deportes de la Generalitat Valenciana en la conceptualización y la toma de medidas en las aulas.

Esa gruía “pretende ser una herramienta para reducir las probabilidades de contagio de COVID-19 por vía aérea”, recoge el documento. Además, recordaban que está basada en la Guía de la Universidad de Harvard y en fuentes y trabajo experimental en ventilación y filtración en España. Igualmente además de en aulas, también puede ser aplicable a otros tipos de espacios interiores como puede ser el caso de oficinas o edificios de uso público.

Así sostienen que “el uso de mascarillas, el mantenimiento de la distancia y las de medidas de higiene siguen siendo de necesaria aplicación”, junto con las estrategias que contempla esta guía de ventilación. Además, recuerdan que “el riesgo de contagio cero no existe”, y añadían que “esta guía no sustituye el servicio de profesionales de ventilación y tratamiento de aire, pues algunos emplazamientos pueden requerir soluciones y cálculos complejos que no necesariamente pueden asumir los usuarios finales”.

De este modo puntualizaban que efectivamente “el riesgo de contagio de COVID-19 en ambientes interiores es superior al riesgo en el exterior”. Así, recordaban que “en ambientes interiores, las partículas en suspensión, también llamadas aerosoles, susceptibles de contener virus, se pueden acumular”. Por lo que la reducción del riesgo de contagio se consigue reduciendo emisión y exposición. La emisión puede reducirse “por la disminución del número de personas, mantener silencio o un volumen de habla bajo, una actividad física relajada y hacer un uso de la mascarilla bien ajustada”; mientras que la exposición puede reducirse con “el aumento de la distancia interpersonal, la ventilación o purificación del aire”.

Según recoge esta misma guía “la ventilación se refiere a renovación del aire, es decir la sustitución del aire interior, potencialmente contaminado, con aire exterior libre de virus”. Al mismo tiempo añadían que “la utilización de un ventilador en un ambiente interior cerrado no equivale a ventilar en el sentido de la renovación del aire”. Así, subrayaban que “la purificación del aire consiste en la eliminación de las partículas en suspensión, susceptibles de contener virus mediante la filtración”.

De este modo ejemplificaban que “si un espacio tiene 1 ACH (Air Changes per Hour), significa que en una hora entra en la sala un volumen de aire exterior igual al volumen de la sala, y debido a la mezcla continua del aire, esto resulta en que el 63% del aire interior ha sido reemplazado por aire exterior”. Por tanto con dos renovaciones se reemplaza más de 85% y con tres el 95%.

Así, especifica esta gruía que la ventilación necesaria para reducir el riesgo de contagio depende “del volumen de la sala, el número, la edad de los ocupantes y la actividad realizada”. De este modo matizaban que la guía elaborada por Harvard recomienda en torno a 5-6 renovaciones de aire por hora para aulas de una superficie de 100 metros cuadrados, con 25 estudiantes con edades comprendidas entres los 5 y los 8 años.

Entre las recomendaciones que arroja esta guía de ventilación queda reflejado que “en los periodos de frío, si se opta por ventilación natural, habrá que elegir entre reducción de riesgos sanitarios y confort térmico”, por lo que añaden que será preciso “disponer de ropa de abrigo cómoda para interiores permitiendo no abusar de la calefacción con ventanas parcialmente abiertas”. Además, matizan que “la ventilación natural es la primera opción pero puede no ser viable debido a condiciones meteorológicas adversas”, por lo que en ese caso “se puede empezar a implementar ventilación forzada y/o purificación de aire”.

“La apertura de ventanas y puertas puede conllevar problemas de ruido”, destacaban. Por este motivo apostaban por “llegar a un compromiso entre el riesgo sanitario y el malestar y dificultades acústicos, siendo preferible reducir el ruido en pasillos que cerrar puertas”. Asimismo reconocían que la apertura de ventanas pude suponer “el incremento de niveles contaminantes procedentes del exterior en zonas altamente contaminadas”. 

Explican que “la concentración de CO2 en espacios interiores aumenta rápidamente en presencia de personas que exhalan CO2 al respirar”. Por tanto la renovación de aire con aire exterior “reduce las concentraciones de CO2 en el interior”, y además “favorece la atención y rendimiento escolar ya que la exposición a concentraciones de CO2 demasiado elevadas produce aletargamiento y dificultad de atención”.

Por todo ello concluyen que “si la actividad debe ser en interior es preferible en aulas con posibilidad de ventilación natural, especialmente ventilación cruzada”, es decir con ventanas y puertas en lados opuestos. Además, en el caso de no ser suficiente la ventilación natural “generalmente se pude conseguir ventilación suficiente utilizando equipos extractores o impulsores individuales con un caudal de aire adecuado”, especifica la guía.

“Cuando se dispone de sistemas centralizados de ventilación forzada, la tasa de aire exterior se debe incrementar y la recirculación se debe reducir”, matizan. Así, cuando todo lo anterior no es posible o no es suficiente “se debe purificar el aire con equipos provistos de filtros HEPA”. Y la solución final puede ser “una combinación de opciones de ventilación natural y purificación”.

En relación a la purificación del aire especifican que “se puede utilizar más de un purificador hasta sumar el caudal necesario”, y añaden que el purificado se debe colocar “en el centro del aula si es posible y no ha de soplar directamente a los ocupantes”. Además sostienen que el sistema más eficaz es la filtración que “consiste en hacer pasar el aire ‘contaminado a través de un filtro de alto rendimiento, generalmente filtro HEPA (High Efficiency Particulate Air) que retiene las partículas y proporciona aire ‘limpio’”. 

Por todo ello recomiendan, siempre en el caso de ser necesario la utilización de un filtro HEPA H13 o superior, y por el contrario descartan “los sistemas con ionizadores o producción de ozono, ya que generan reacciones con otros elementos de la atmósfera que no se controlan y tienen consecuencias negativas de formación de contaminantes”.

Sindicato Educativo ANPE

“Ante la inminente llegada del invierno y de las bajas temperaturas y para aquellas aulas que puedan presentar dificultades para obtener una ventilación satisfactoria desde ANPE exigimos que desde las distintas Consejerías de Educación se tomen medidas al respecto”, indicaba la secretaria de Organización de ANPE Albacete y secretaria de Actas de ANPE Castilla-La Mancha, Cristina Calixto.

De este modo pedían desde el sindicato educativo que “se dote de unidades portátiles equipadas con filtros de alta eficiencia HEPA y detectores de CO2 homologados para comprobar que la ventilación es adecuada o cualquier otra medida que facilite y posibilite esa necesaria ventilación en las aulas para evitar la propagación del COVID-19”. Cabe destacar que cada vez son más las Asociaciones de Padres y Madres de Alumnos (AMPAS) las que están promoviendo la compra de estos purificadores de aire ya que actualmente los alumnos y profesores desarrollan la jornada lectiva con las ventanas y puertas de las aulas abiertas con el fin de renovar el aire y evitar una mayor presencia del COVID-19. Sin embargo, con la llegada del frío esto puede suponer un auténtico problema.

Así, recordaban que en la propia página web del Ministerio de Ciencia e Innovación  “hay un artículo publicado del CSIC donde se recomienda el uso de estos filtros homologados y adaptados al área donde se van a implantar” y añadía que en este mismo artículo “se recomienda su uso en aquellas aulas donde no haya una ventilación adecuada y como mediada complementaria, nunca sustitutiva”. Se trata de sistemas de renovación del aire avalados por expertos, recomendación a la que sumaban desde ANPE “la existencia de un Informe Técnico del Servicio de Salud de Albacete que va en la misma línea del Ministerio de Ciencia y Educación”.

Por todo ello, “instamos a la Consejería de Educación que dote de estos dispositivos a aquellos centros donde haya aulas en las que no se pueda garantizar la ventilación adecuada y que no recaiga sobre las AMPAS la implantación de estos purificadores de aire”. 

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