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Este miércoles, 23 de septiembre, la vicepresidenta primera del Gobierno, Carmen Calvo, defendía en el Congreso de los Diputados el anteproyecto de ley de Memoria Democrática ante las críticas del portavoz de VOX, Iván Espinosa de los Monteros, a cuyo grupo parlamentario acusaba de “aplaudir” el bombardeo que la aviación republicana lanzó sobre Cabra (Córdoba) en noviembre de 1938.
Pues bien se refería a lo ocurrido en su natal pueblo, Cabra (Córdoba), donde este año se cumplirán 82 años de este oscuro capitulo de su historia. En este contexto, el portavoz de VOX subrayaba que no hace falta estar “todos los días” recordando, por ejemplo, que el pueblo de la vicepresidenta socialista fue bombardeado por parte del Ejército Republicano “un día de mercado”, ataque que provocó más de 100 muertos y unos 200 heridos.
Este momento histórico era reconstruido por Otelo Fuentes en su obra ‘Un Quijote con alas rojas’ donde narra la historia de su tío abuelo Arquímedes Gómez Palazón. Era un maestro albaceteño afiliado a Izquierda Republicana que se instruyó en la gélida Rusia que dirigió una escuadrilla del ejército gubernamental. La historia de Gómez Palazón finalizó con apenas 23 años, cuando murió fusilado antes que diese fin la contienda bélica.
Antonio Arrabal en su libro ‘El bombardeo de Cabra: La Guernica de la Subbética’ sitúa al albaceteño como piloto del ejército de la república cuando mandó la escuadrilla que efectuó este bombardeo. Considera el autor que “probablemente cumpliría una orden de algún superior que no se ha podido identificar”.
Así realiza una radiografía de Gómez Palazón, quien habría nacido en el seno de una familia humilde de Albacete y que tras estudiar Magisterio unió su vida al Ejército. De este modo, pone de manifiesto su interés por la aviación que lo condujo a realizar un curso en la Unión Soviética para encuadrarse en la tercera escuadrilla del grupo 24, “primero como sargento y como teniente”, según recoge ABC.
