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El coronavirus ha mantenido ingresado 90 días en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) al albaceteño Eloy Moreno. Funcionario jubilado de la Jefatura Provincial de Tráfico y éxarbitro de fútbol continúa luchando por ganar la batalla a esta enfermad. Tras abandonar la UCI del Hospital General Universitario de Albacete permanece ingresado en el Hospital QuirónSalud de la capital donde ha contado a elcierredigital.com cómo ha sido su lucha contra el COVID-19.
Han sido casi tres meses el tiempo que ha pasado Eloy Moreno hospitalizado en UCI, prácticamente desde que llegó la pandemia a Albacete. Tiempo en el que el albaceteño confiesa que “una parte no estuve consciente”. Así, relata a elcierredigital.com que se encontraba ingresado “en el sanatorio de Santa Cristina y sé que en algún momento sufrí una caída y perdí el conocimiento”, y añade que “de ahí la ambulancia me recogió y me trajo al Hospital, estuve dos días sin saber nada, ni siquiera donde estaba. Por la gravedad de mi situación me bajaron ya rápidamente a la UCI, donde comenzaron a hacerme el tratamiento”.
Una experiencia que confiesa “ha sido durísima”, ya que durante el tiempo en el que permaneció consciente “sentía que me ahogaba, incluso que no podía seguir viviendo”. Relata que “había superado ya un cáncer, era de los que creía que la quimioterapia era lo peor que podía pasarle a uno en la vida, pero no. El maldito coronavirus lo supera, esto es lo peor que jamás he sufrido nunca”. Así, recuerda que a causa del virus “he perdido amigos, compañeros de trabajo y de todo”.
“Excelente”, así califica Eloy Moreno al personal sanitario que ha luchado junto a él en esta dura batalla. Un reconocimiento público en el que reconoce que “si estoy aquí hoy es solo por ellos. Todos, sin excepción alguna, se desviven por ti”. Así, añade que “son sin duda lo mejor, lo peor son los políticos y quienes aprovechan esta terrible situación”.
Este albaceteño es la persona de España que más tiempo ha permanecido en la UCI durante la crisis sanitaria provocada por el coronavirus, y reconoce que durante estos 90 días ha sentido verdadera “ansiedad” de ver que el tiempo pasaba pero su estado de salud no mejoraba. “Sientes que no puedes hacer nada, que los médicos van probando y que no hay resultados, así que prueba una y otra vez”, explica. Confiesa que “un día me cansé y hablé con una enfermera y le dije que había que buscar soluciones de una vez”. Reconoce Eloy Moreno que el personal de enfermería de la UCI “hacía todo lo que podía”, porque “las pruebas de algunos medicamentos me han sentado fatal” y le provocaban fuertes diarreas.
Poco a poco va recuperándose de estos eternos 90 días que le han dejado importantes secuelas que han afectado a la movilidad de los pies, “tengo los dedos tiesos y no los puedo mover”, expone, y añade que “tengo la pierna derecha como un roble, dura, y tampoco la puedo mover”. Falta de movilidad que también ha afectado a sus extremidades superiores, ya que “los brazos no tienen fuerzas, no puedo moverlos ni hacer nada con ellos”. Por este motivo, y con más ganas que nunca de luchar, comenzará ejercicios de rehabilitación porque “tengo unas ganas enormes de abrazar a mi hijo”, señala.
Ahora afronta una nueva etapa en su recuperación que afronta con “una gran esperanza”, y en la que se acuerda constantemente de “mis amigos, mi familia, pero también de la gente que sigue aquí y está sufriendo. Esas personas que lo pasan igual que yo y que no reciben ayuda, ni nada”. Así, confiesa que “a veces me sentía como un perro abandonado por los partidos políticos”. Matiza que “esto solo va de que les beneficie a ellos, todo el dinero para la política y luego para la sanidad poco”, y añade que “yo pasé por dos camillas rotas”. “No puede ser que un Hospital General como el de Albacete tenga camillas rotas”, apunta, “además, buscaban medicamentos y a veces no había”. “Las quejas para los políticos”, subraya, porque al final “las enfermeras y los médicos solo tienen mi gran admiración”.
Mirando al futuro, asegura que se visualiza “yendo a echarme un chapuzón en la piscina por la mañana, luego dar una vuelta y a comprar unas cosas”. Tiempo para la tranquilidad y para disfrutar de su familia, amigos y compañeros, tras una dura experiencia también psicológica. “Al lado mío murió una persona, estuvo conmigo un mes y medio”, incluso relata a la publicación que “un día antes de yo salir de la UCI, se llevaron a uno, oí la cremallera”. “Esto es lo peor que le puede pasar a nadie en la vida. Nadie sabe lo que es el coronavirus”, subraya.
“El mensaje que quisiera dejar claro es que hay que ayudar a los otros, ayudar a quiénes han sufrido la enfermedad”, declara Eloy Moreno. Así, puntualiza que “esto no es un cólera, las personas que lo hemos tenido, ya no lo tendremos, eso espero”. Y finaliza reconociendo que “hay varias personas a las que han dejado de hablarles después de pasar por esta terrible enfermedad”.
