/Marta López/Fotos: Ángel Chacón/
El Instituto Bernabéu daba a conocer este miércoles en su sede en Albacete las últimas novedades sobre medicina reproductiva en la región. Así, presentaban un estudio que ha sido aceptado en el congreso de la European Society of Human Reproduction and Embryology (ESHERE), el más importante del mundo en materia de fertilidad.
De este modo la investigación, hecha en colaboración con la UCLM y cuya autora es la alumna del Máster de Infertilidad en Albacete, María José Moreno de la Rosa, recoge que “más del 42% de los jóvenes castellano-manchegos encuestados consideran que los problemas reproductivos femeninos comienzan después de los 40 años, y cerca de un 14% consideran que empiezan más allá de los 45 años”, explicaba la doctora del Instituto Bernabéu, Lydia Luque, quien apunta que este dato “sorprendente y llamativo” refleja el “alto desconocimiento de aspectos básicos de la reproducción humana”, incluso en estudiantes universitarios vinculados al mundo sanitario.
La clínica del Instituto Bernabéu comenzó su andadura en 2015 con la “intención de aportar a la población una asistencia de medicina reproductiva actual, integral y completa”, manifestaba Lydia Luque.
También destacaba la doctora Luque que “la edad media de pacientes del Instituto Bernabéu de Albacete es de más de 35 años”, añadiendo que “el porcentaje de mujeres mayores de 40 años y jóvenes con baja reserva ovárica va en aumento”. De este modo, subrayan que “la edad de la mujer es el factor más importante relacionado con el éxito de la capacidad reproductiva”, y es que cada vez las mujeres buscan el embarazo más tarde.
El aumento de la edad de las parejas que quieren ser padres, se suma al crecimiento de las familias monoparentales, siendo especialmente llamativo el aumento de las mujeres que se animan a afrontar una maternidad en solitario. De este modo, apuntaba la doctora Luque, que se estima que “el 15% de las familias monoparentales son mujeres solteras”.
Este incremento en la edad de inicio de la maternidad supone que “a partir de los 35 años baje la reserva ovárica y esos óvulos no tienen la calidad que tenían previamente”, explicaba la doctora del Instituto Bernabéu, María Antonia López. De este modo, el estudio cromosómico que se realiza a las parejas “evita en la medida de lo posible fallos en la implantación, garantizando el embarazo”, apuntaba la doctora.
Así, manifestaba Lydia Luque el “el 23% que acudieron al Instituto Bernabéu en 2018 tenían más de 40 años, y las menos de 35 ya tuvieron respuestas deficientes a estos tratamientos”. De este modo, destacaba como dato llamativo que “entre las pacientes menores de 35 años, el 25% ya está en baja respuesta ovárica”.
“Afortunadamente tenemos cada vez más mujeres conciencias con este tema y más parejas que acuden a consultar”, explicaba María Antonia López, por lo que apuntan que “es fundamental realizar vistas preconcepcionales”. Además aseguran que “las mujeres están muy bien estudiadas”, pero no es el caso de los hombres, y es que “el varón a veces viene sin estudiar”. De este modo aseguran que “el problema reproductivo no es solo de la mujer”.
Aconsejan, “no sobrepasar los 32” para enfrentarse a la maternidad, destacando que hay que tener en cuenta que “cada persona tiene su edad cronológica y su edad biológica”, ya que “no todo el mundo envejece igual”.
Criopreservaciones
El Instituto Bernabéu ha puesto en marcha dos conciertos con el Hospital de Albacete para realizar criopreservaciones tanto de espermatozoides como de ovocitos de personas que van a comenzar un tratamiento oncológico, lo que puede perjudicar su reproducción en un futuro. Así, la doctora Lydia Luque destacaba que “ya se han realizado cuatro congelaciones de ovocitos y más de una decena en varones con una media de edad de 24 años”.
La bióloga responsable del laboratorio del Instituto Bernabéu en Albacete, Nuria Ruiz, apuntaba que “nos mandan pacientes que son parejas que se tienen que biopsiar los embriones”, así esta técnica consiste en “analizar cómo están cromosómicamente esos embriones porque suelen ser parejas que tienen enfermedades hereditarias y se las pueden transmitir a la descendencia”, explica la bióloga. Así, “se les extraen unas células para transferir embriones que estén libres de esa enfermedad hereditaria”.
Además de por problemas de salud, cada vez son más las mujeres que deciden posponer su maternidad utilizando la cripreservación, ya que como apunta Nuria Ruiz “es una manera de saber que en un futuro van a poder utilizar sus propios óvulos”, preservando así esa fertilidad para el futuro.
La criopreservación tiene una duración ilimitada, pero sí contempla un límite legal en España, que no puede superar los 50 años o hasta que la paciente se le detecte alguna enfermad grave.
Además, el Instituto Bernabéu es la única clínica de Albacete con quirófano y laboratorio propio, lo que permite realizar todos los tratamientos de reproducción asistida en la misma clínica sin necesidad de tener que hacer desplazamientos.
Acuerdos con el SESCAM
Por otra parte, Instituto Bernabeu Albacete mantiene acuerdos con el Servicio de Salud de Castilla-La Mancha (SESCAM) para realizar tratamientos de reproducción asistida desde hace dos años. El acuerdo los mantiene con el Hospital de Cuenca, el Hospital de Albacete, el cual deriva pacientes en las que es necesario realizar Diagnóstico Genético Preimplantacional para detectar en el embrión enfermedad hereditaria o alteración cromosómica. También se han firmados convenios con los hospitales de Alcázar de San Juan, Hellín, Ciudad Real, Guadalajara y Almansa. Además, a estos tres últimos hospitales, se han realizado envío de muestras de Banco de Donantes Semen para dar cobertura a mujeres que acceden solas o con pareja femenina para realizar inseminaciones.
Un paso más se ha dado durante 2019 con pacientes derivadas desde las Gerencias concertadas del SESCAM al realizar criopreservación y custodia de óvulos y espermatozoides de pacientes oncológicos o con otras enfermedades que pueden poner en riesgo la capacidad reproductiva en personas que aún, no han iniciado o completado su deseo de tener hijos, antes de comenzar el tratamiento de su enfermedad.
